Quien quiera que seas, ¡despierta...

Quien quiera que seas, ¡despierta que el aire
de la mañana nos trae de lejos otra esperanza!
Ya siento el aroma de flores frescas para
adornarte el cabello y las trenzas...
No dejes que una pena te mate, olvida
las manos afiladas que rasgaron tus vestidos
y acércate para que pueda, con esta agua fresca
y nueva que nos trae esta mañana,
lavarte los pies como a una diosa.