Lo mismo se pintan bocas con vino que con veneno

Lo mismo se pintan bocas con vino que con veneno
y así es que cuando dan besos
lo mismo matan o hacen
esclavo al hombre más bueno.
Lo mismo se pintan bocas para el amor o para la guerra
y lo mismo besa y nos deja
la piel ardiendo o te quema
de un último beso helado
una mujer que nos deja.
Que no hay mujer que no tenga culpa para condena
ni santo lugar guardado
en el cielo por sus milagros.
Lo mismo matan que llevan a un buen hombre hasta el cielo
y, si existe diferencia nosotros, no la sabemos.
Lo mismo elegimos pronto a la buena que a la que vuela
y es cierto que muchas veces,
es la que más nos interesa
aquella que no conviene tan solo porque entretiene.
Lo mismo dicen que aman o bien, que ya han olvidado,
¡mujer, tu boca debiera   
estar prohibida por loca!

Mi cama es una nación con las fronteras anchas

Mi cama es una nación con las fronteras anchas
y cuando digo que te quiero
tener dentro de mi cama
pienso quizás en un banco en una noche de plaza
detrás de una cortina
impuesta por la neblina,
o pienso en una mesada, o mesa, en una cocina
o detrás de una puerta
que dé a alguna escalera
o en el balcón cuando llueva.
Mi cama es una nación ancha con fronteras que abarcan
todo lugar que te plazca
para querernos
como Dios manda.