es que su ausencia no inspira, solo duele.
Ya no se trata de escribir un poema,
sino de tocarla desde aquí, desde tan lejos.
No importa lo que escriba o cómo si no le toco el pecho,
si no le dan un beso los versos de parte mía.
Aquí no cuentan los ingeniosos juegos de palabras
ni las tristes comparaciones de su ausencia
con poéticas imágenes de la soledad
porque nada hay tan triste como extrañarla
y a esta falta que me hace no hace falta exagerarla.
No es importante que el verso sea perfecto
ni la métrica exacta, solo quiero decirle
que su ausencia es mas mía que suya
y más grande aún que la lluvia o que la muerte.
Compárela usted, si quiere, con desiertos, mares,
o con la inmensidad que quiera.
Para mi su ausencia es tan grande
que será el único poema que voy a escribir.