Con todas mis aguas hice un desierto.
Lo alojé en mi brazo izquierdo,
lo senté en un trono
y le dí mieles.
Lo hice sin arenas, por los relojes
y por esa cuestión del tiempo.
Lo hice con la sed de todas mis aguas.
Lo hice para no beberlas.
Cuídate de mí, de mis arrebatos
Cuídate de mí, de mis arrebatos
que voy por tu conquista como un cruzado.
Cuídate de mí, como de un enemigo:
que al amor no se le piden permisos.
Cuídate de mí, que no tengo el tiempo
de andar preguntando si me quieres:
me querrás porque me me lo he propuesto
y no daré tregua en tu conquista.
Cuídate de mí, que mientras tanto,
yo cuidaré de ti para tú me quieras.
que voy por tu conquista como un cruzado.
Cuídate de mí, como de un enemigo:
que al amor no se le piden permisos.
Cuídate de mí, que no tengo el tiempo
de andar preguntando si me quieres:
me querrás porque me me lo he propuesto
y no daré tregua en tu conquista.
Cuídate de mí, que mientras tanto,
yo cuidaré de ti para tú me quieras.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)