Quién por el fuego

Un día del año, el Libro de la Vida se abre para que se inscriban en él todos los nacimientos y todos los decesos.
Para estos últimos se ha de anotar, además, la forma en la que han dejado este mundo.
La lista comienza inquiriendo:
"¿Quién por el fuego?¿Quién por el agua?"

I
¿Quién por el fuego? ¿Quién por el agua?
¿Quién por simple renuncia?
¿Quién por nombrar la muerte
demasiadas veces?
¿Quién por no encontrarse?
¿Quién por encontrarse
en el amor?

II
¿A nombre de quién se ha cavado esta fosa?
¿En nombre de qué Dios?
¿Hombre o mujer, adulto o niño?
¿Quién la habitó?
¿Para quién fue hecha?

¿El nombre de quién está inscripto en esta lápida?
¿Qué fechas fueron la celda de sus días?
¿Esposo o esposa amada, orgulloso padre o hijo ejemplar?
¿Quién apoya su cabeza en esta helada almohada?

III
¿Quién llama a esta puerta?
¿Qué nombre presentará como garante?
¿Qué nombre recordó en silencio en su última hora?
¿Qué nombre será por el que sea juzgado?

IV
¿Quién por el fuego? ¿Quién por el agua?
¿Quién por la noche?
¿Quién por la luz de una primavera
que se voló muy lejos?
¿Quién por sus propios medios?
¿Quién por sus propias palabras?

V
¿Quién llama a esta puerta?
¿De parte de quién debo decir que llama?