Quiébrame:
te ofrezco mis cinco sentidos,
mis pensamientos,
mi todo:
estoy perdido.
Ven y mutila de mi vida lo que sobre,
decide sobre mi,
sobre mis sentimientos:
dime qué siento y cómo
y cuánto te quiero
y hasta dónde quieres que te quiera
que te querré todo eso
y te querré mucho más que eso.
Pero termina de una vez con esto
que necesito dormir una noche
sin que te la pases quitándote la ropa
de ese lado de los sueños.
No tengo más nada: todo
lo he dejado adulando tus sandalias
y ni te enteras siquiera
o si lo sabes...
─¿es posible que lo sepas?─
si lo supieras...
Si lo supieras, ¿qué dirías?