Nani

Coronas con flores al alma de tu alma,
con crayones pintas sus gestos más felices.
A ella cediste el trono de tu mágico reino de charcos.

Tú, que le has enseñado el fuego que abriga,
desconoces el vuelo de las aves y te asombra
el cielo y de las cosas de la tierra
solo lo invisible te ocupa.

¿Quién sabe que mundos maravillosos construyen
tus sueños? Ella,
que siempre te cuida, reina sobre ellos
y, por lo que le has enseñado,
también en mis reinos gobierna.

Amor injusto

¡Amor injusto que te alimentas de mi sangre!
¡Mis venas se han secado y aún pretendes
vivir a mis expensas...!
Parásito cruel y desalmado ¡ya no te quiero!
¡Aléjate de este cuerpo que has consumido
hasta el hartazgo y búscate alguien más
para enfermarlo!

¿Acaso no ves que nada me queda que puedas quitarme?
Eres inocente, Amor, si crees
que esta nueva broma que me juegas
te divertirá. No creas que puedes quitarme
esta nada. ¡Soy libre de amar porque ya 
lo he dado todo y aun así AMO!

Cielo de dos

Contemplo pensativo este cielo azul que me cubre
y en silencio lo envidio.
Es este también tu cielo y puede
sin trabajo
tocarte con las gotas de esa lluvia
de la que hoy me hablaste.

¡Cómo quisiera ser yo este aire inquieto
y volarme hasta tu calle!
¡Cómo quisiera ser yo esa lluvia
que acurruca tus secretos sueños!
¡Cómo quisiera ser yo esa lluvia
en la que tu juegas con tu niña!

Me duele esta tierra

Me duele esta tierra en el pecho,
este Edén olvidado y lastimado
este viejo continente torturado,
violado y mutilado.

Me duele esta sangre ajena,
esta herencia violenta de dioses amorosos.

Me duele toda esta América
civilizada y democrática.

Me duele la espada  ¡Que cruz!
Esta codicia continuada por esa otra Europa,
la América boreal.

Me duele el regreso postergado
de los dioses,
este retraso exagerado del padre Huiracocha.

Me duelen las selvas, montañas y ríos
de esta América esclava.

Me duele toda la América del Sur...
desde mi hasta ti...

Allí estaré

En los días, en las calles,
en las tardes de flores y charcos,
como un canto de alondras
allí estaré.

En el aire frío de la noche,
entre las sombras de tus sueños,
en los pliegues de tu ropa de dormir,
allí estaré.

En tus labores de todos los días,
en esos gestos pequeños
que te emocionen,
allí estaré.

En las caricias que te debo
en cada instante, en cada pensamiento
que tengas para mi,
allí estaré.

Alma que lloras

Alma que lloras por un amor,
detente y piensa,
que tan solo un hombre has perdido.

No malgastes tu tiempo en lamentos
y lágrimas que erosionen
tu bello rostro.

Alma, no llores
que en mis brazos un leve consuelo
te ofrezco,
y un sorbo de calma
pues más no tengo ni hallarás
en esta hora. Espera otras mejores
que pronto llegarán.

Resurreccion

Tienes ahora en la piedra un lecho,
nuevas ropas, perfumadas.
Recuerdas aun el rostro de tu enemigo
martillando tus manos.
Aun tienes la herida fresca de los clavos.

Ellos no saben
que una Pascua infinita de resurreccion te espera.
Una mujer
descubre la entrada y ante ella te revelas
en tu magna santidad.
Eres nuevo en la vida como lo fuiste en la muerte,
Ya no habra sombras, te han resucitado.