Toda ausencia es infinita como el recuerdo
o el espacio que ocupabas en mis tardes.
Toda ausencia es tuya,
de tu inagotable recuerdo agazapado
entre mis libros, esperando
que un verso me haga bajar la guardia.
Toda la ausencia nos corresponde
como un bien común,
como un bien que leguleyos esfuerzos
pretenden dividir en vano
porque se queda, aquí, entre nosotros,
ocupando la distancia
que nos pertenece por igual.
Toda la ausencia que me dejas
cuando ya te vas de mi vida.