En tu domicilio
o en el mio,
frente a tu propia puerta,
frente a la mía,
como la muerte omnipresente
o la vida invisible.
En todos los lugares y en ninguno.
Allí donde estés, esté, estén
o estemos;
donde la vida ocurra,
con pan o con hambre.
En la habitación donde se aman
los amantes
o en la esquina donde se rompen las promesas;
en un hospital,
en una escuela,
en una biblioteca.
Allí, con el honor, con la palabra
o con los hechos
te amaré.
En todas partes, y en ninguna.