Ahí, como todas las noches, en el cielo azul estaba

Ahí, como todas las noches, en el cielo azul estaba
la luna blanca y redonda, silenciosa,
observándolo todo, sin ver nada;
como todos los vecinos:
los vecinos que lavaron rápidamente
la sangre
del adoquín mojado por la noche.
Nadie había visto lo que todos vieron.
Así se nos van algunas personas:
muriéndose lentos
en el silencio cobarde de los vivos.