Es normal estar confundido...
Es normal estar confundido, tener dudas, tener miedo.
Es normal no saber a dónde va uno y su vida,
a qué aspirar o contra qué medirse
para saber si está haciendo las cosas bien o mal.
A veces un sueño nos desbarata todo el esquema
que con tanto trabajo habíamos logrado construir.
En un segundo, una palabra, un rostro que cruzamos en la calle
nos deja tirados al costado de ese seguro camino que c
reíamos recorrer.
A veces es normal no saber qué hacer, o cómo,
porque lo común es que vivamos como seres humanos:
confundidos, envueltos en incertidumbres
porque vivir es ir por la vida aferrados a ilusiones y esperanzas
tan frágiles como la cáscara de un huevo.
Es normal estar confundido, o sentir a veces que uno está quebrado.
Es normal, pero más todavía es humano
dudar, temer, preguntarse y repreguntarse
qué es la vida y si estamos, o no, en el camino correcto.
Es tan normal como ser humanos querer ser felices y,
a pesar de todo, seguir intentándolo cada minuto de nuestras vidas.
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