Cada día en la tierra nace un Cristo
destinado a morir
mártir
luego de ser torturado y apaleado
por otros hombres
solamente por predicar
la igualdad y el amor
entre los hombres.
Es una pena que sobre estos hombres
nadie construya iglesias.
Los hombres mueren, de a uno, de a cientos, de a miles
Los hombres mueren, de a uno, de a cientos, de a miles
y siendo conscientes de ello
van por la vida regando
quejas, llorando
al viento
su lastimoso destino
de ser finitos
aún cuando es
por su propia mano
que mueren.
Sin embargo
los árboles guardan un misterioso silencio
aún cuando mueren
de a miles
solo por la ambición de los hombres.
y siendo conscientes de ello
van por la vida regando
quejas, llorando
al viento
su lastimoso destino
de ser finitos
aún cuando es
por su propia mano
que mueren.
Sin embargo
los árboles guardan un misterioso silencio
aún cuando mueren
de a miles
solo por la ambición de los hombres.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)