Me duele esta tierra en el pecho,
este Edén olvidado y lastimado
este viejo continente torturado,
violado y mutilado.
Me duele esta sangre ajena,
esta herencia violenta de dioses amorosos.
Me duele toda esta América
civilizada y democrática.
Me duele la espada ¡Que cruz!
Esta codicia continuada por esa otra Europa,
Me duele el regreso postergado
de los dioses,
este retraso exagerado del padre Huiracocha.
Me duelen las selvas, montañas y ríos
de esta América esclava.
Me duele toda la América del Sur...
desde mi hasta ti...