Si notas algún destello lejano en mis ojos
es solo una distracción pasajera,
no me pierdo nunca sino que vuelvo
a los lugares del pasado
en los que estuve alojado
y en lechos con abrazos descansaba.
Me llama el camino como nunca antes
y la fuerza de mis pasos resuena en mis sueños
en tierras distantes.
Como si ya estuviera en tus montañas, patria amada,
como si ya te hubiera devuelto
a tu gente,
este sueño reincide en mi mente cada día
como si realmente me llamaras
a ser tus piernas y tus brazos,
tus labios, tu voz y tus gritos...
Habrá un día en que duerma en tus brazos
bien muerto,
llevando tu bandera a la eternidad.