Los olvidados de Dios se abrazan

Los olvidados de Dios se abrazan,
se besan y se confunden, en un abrazo sin amor
se desquitan del olvido
y de la memoria que se les ha negado.
Se besan sin fuego, sin pasión,
helados los sexos inútiles, abandonados,
en una noche sin amor, de venganza
rencorosa y pasajera.