Con todas mis aguas hice un desierto

Con todas mis aguas hice un desierto.
Lo alojé en mi brazo izquierdo,
lo senté en un trono
y le dí mieles.
Lo hice sin arenas, por los relojes
y por esa cuestión del tiempo.
Lo hice con la sed de todas mis aguas.
Lo hice para no beberlas.