Cuídate de mí, de mis arrebatos

Cuídate de mí, de mis arrebatos
que voy por tu conquista como un cruzado.
Cuídate de mí, como de un enemigo:
que al amor no se le piden permisos.
Cuídate de mí, que no tengo el tiempo
de andar preguntando si me quieres:
me querrás porque me me lo he propuesto
y no daré tregua en tu conquista.
Cuídate de mí, que mientras tanto,
yo cuidaré de ti para tú me quieras.