Hay en un jardín del lejano Oriente
cientos de hormigas comiéndose las verdes hojas
del rosal de una anciana
que morirá esta misma noche.
Al amanecer la gente humilde del pueblo
descubrirá el cuerpo inerte
y habrá un funeral y una tristeza.
Cuando el ritual termine vendrá la lluvia
y borrará el rastro de los insectos
y reverdecerá el rosal.
Nadie sabrá de esas hormigas
ni del rosal saqueado.
Nadie conocerá el esfuerzo
de estos pequeños insectos
ni sus hambres ni sus prisas.