Adriana


A ver, cuéntame esa historia,
la de tus días y tus noches sin mi.
Cuéntame tu huella sobre el pasado,
sobre el camino que ambos recorríamos sin saberlo
y que un buen día nos dejó desnudos bajo el mismo techo.
Cuéntame de los árboles que sembraste, de las flores
que dejabas crecer en tu jardín y de los hijos que no tuvimos
y esperan que abramos las puertas de ese laberinto
biológico de la reencarnación.
Háblame de esa otra mujer que no era mia
cuando todavía yo no era tuyo.