Hay tanta gente en los salones
que los bailes son enjambres
de abejas como buitres.
Es tal la ausencia
que hace infinita a la multitud de cadaveres
que me rodean
con mascaras sonrientes.
Soy la última estrella,
la mas olvidada,
en el rincón más lejano del obscuro universo.
Mi luz se apaga, se extingue
el brillo y la muerte se aproxima.
Soy un Hombre Olvidado,
un Ocaso.