He decidido crear silencio,
guardar la palabra en una urna
que es el lugar que corresponde
a todo lo que ha muerto.
He decidido no pedirte más
que pases y me leas, que te aburras
con mis constantes achaques de viejo renegado que ha dejado
en un suspiro
todo el aire que guardaba para el día
que tuviera un beso para dar
o recibir.
He decidido quedarme en silencio
y dedicarme, en mis ratos libres,
a pensar en ella.
He decidido que no hay sordo peor que
al que le gusta gritar.
He decidido que hay ciegos pero también
hay quien no ve por no quitar la vista de un espejo.
He decidido que es domingo,
y que este invierno
lleva siendo ya el más frío
de los últimos cien años.
He decidido que por hoy no tomaré
ninguna decisión.
Te obsequio estos versos,
y me voy.
Quisiera que entiendas que quisiera ser más alto
y tener otros mejores.
Pero no los tengo.