Se quebró el cristal


Se quebró el cristal
de una ventana.
Quedó una piedra
─ que podrá olvidarse─
y un hueco donde antes
hubo un cuerpo transparente.

Se quebró, también,
la mano inocente que arrojó la piedra.

Sí, vendrá el olvido. Incluso la ventana
olvidará. Repararán el cristal,
que se dejará otra vez
atravesar por la mañana.

En silencio, quizá recuerde,
muy por dentro, y llore
por la mano que una vez quebró su alma.