Arruinas el calendario con tu constante presencia
y tu abandono infinito.
No medí esfuerzos en sembrar luces
para qué, con unas cuantas palabras,
me cosecharas sombras oscuras
por todas las noches sin sueños
que me dejaste.
Creces en mis pesadillas atormentada
por mi anhelo irrevocable de volver a tenerte.
Un día, Recuerdo,
voy a borrarte y desterrarte
de mi pasado, para siempre,
y aprenderás a ser, de nuevo,
futuro.