Vivo en la comisura de tu boca
cada vez que me nombras.
Me dejo llevar como un niño alzado
en tus palabras
para que el viento me acaricie cada vez que suspiras.
Suelo jugar de noche con tus besos
mientras duermes
y me divierto cosiendo tus sueños
a los mios
y haciendo nuestra la fantasía
de tenerte en mis brazos.
Yo estoy donde tu me quieras llevar
porque estoy en tu pecho,
dormido, soñando,
olvidando que estamos solos
y la soledad es infinita.
Me gusta quedarme allí donde vos estás
porque acá, donde ni vivo ni sueño,
no tengo tus manos
que tanta falta me hacen.