Hay un aliento a flores muertas

Hay un aliento a flores muertas en la parte mas olvidada
de tu boca. Allí donde hace tiempo que no llega
esta lengua habladora. Allí donde germina la saliva enferma
de otro. No desprecies esta sensación de muerte porque es
tu única amiga en esta hora. Las demás, las blancas
sensaciones de jazmines
ya son otras, más mortuorias, como calas secas
en la tumba de un abuelo que murió
sin conocernos.
Las demás extrañezas partan pronto de tu alma,
vuelen lejos. Las sensaciones lívidas de un cielo claro
poblado de nubes las reemplacen. Invéntante un cielo
y pon en el toda tu atención. Imagina blancas y suaves nubes
para que no vean tus ojos las llamas del infierno.