¿Quieres que sangre esta noche por ti?
Te daré ese gusto pero no olvides
nunca esta noche.
Esta noche moriré de nuevo
por lo que me has dado.
Pero recuerda, vida, que este pecho
que arde es nuestro,
no solo mio, y puedo matarlo si quiero.
Serás mañana mariposa,
seré el árbol que has secado nueve veces.
¿Me matas por gusto?
Me dejo matar por darte este gusto.
Hoy doblo mis piernas para apoyar
rodillas y orgullo en la tierra.
No falles tu disparo, vida, porque solo uno tendrás.
Me has visto levantarme:
aprende a respetarme.
Mañana estaré de pie y sabes
que yo nunca he errado el golpe.