Necesitas alguien que te acompañe;
un cuerpo suave que sepa llamarte por tu nombre,
una triste figura, como un muñón en la piedra
sobreviviendo al horizonte.
Necesitas alguien que sepa tu hambre y tu sed;
un odre de vino fresco y unas migajas.
Tendrías suerte de encontrar esa alma
entre tantos cuerpos adiestrados al vacío.
Necesitas un viento que sepa tu nombre mas secreto;
que conozco desde siempre tus arcanos deseos
tus soledades eternas y todos esos abandonos.
No sirve buscar ni esperar
y, encontrarla, tal vez seria en vano.
Esas almas no existen y
la tuya tampoco.