Al fin te has revelado...

Al fin te has revelado...
de una vida inmemorable me llegaba tu aroma en sueños,
en cada verso que escribía estaba inscripto tu nombre
como un gran secreto que se me había vedado.
Pero no dejé nunca de buscarte, de llamarte
aún usando otros nombres
por si un día me leías y encontrabas
en ellos
el tuyo propio.
Nunca dejé de llamarte, hasta que un día,
ese comienzo de primavera
acerté tu nombre en un poema
y lo supiste:
era yo quien te nombraba y te buscaba
a ciegas por el mundo.
Y me hablaste y...
al fin te has revelado...