Lo imposible

Lo imposible esta al alcance de las manos,
en cada paso que damos haciendo lo posible.
En el hambre de un niño germinan imposibles.
En las plazas, en las calles, no en las iglesias.
En la voz del poeta, amante insatisfecho de lo imposible.
Lo imposible no muere en las guerras ni por hambre:
sobrevive y crece en la casa de los muertos
y se alimenta en la mesa de los ricos
con las sobras que no llegan a los pobres.
Las bombas en medio oriente cargan espermas imposibles
y en cada hijo que asesinan nace un imposible.
Al hombre que es cantor y peregrino
le crecen imposibles,
en los hijos de la violencia se aferran los imposibles,
los curas con las mangas recogidas construyen imposibles,
los que creen y enseñan a creer enseñan imposibles,
en la gorra del linyera se juntan imposibles.
En el pan del que trabaja fermentan imposibles,
en el cielo cuando llueve se riegan amores imposibles,
el que ama a pesar de todo ama un imposible.
En todo lo posible se puede llegar a lo imposible:
besarte es imposible y, sin embargo,
me duermo cada noche con tus labios.