¡Qué hermosa la pena del poeta...

¡Qué hermosa la pena del poeta
cuando se hace poema!
Se enciende en los labios el verso
con solo leerlo
y se le olvida a uno
que en todo este mundo
no tiene el abrazo
que tanto se anhela.
¡Quién pudiera ser poeta
y hacer de esta tristeza
un bello poema!