De una sombra se ha enamorado

De una sombra se ha enamorado nuestro hombre,
nuestro pequeño hombrecito, de pequeñas espaldas
y que aun así, sobre ellas carga toda la infelicidad.
Tuvo una vez la desgracia de amar y ser amado.
Y perdió su amor, nuestro hombrecito un día.
Permaneció en nuestro mundo algún tiempo
sin ser más que la sombra de un fantasma.
Ahora, que empezaba a hacerse amante de la muerte,
de una sombra se ha enamorado nuestro hombre.

Debajo de la sombra que arrastra

Debajo de la sombra que arrastra indiferente
por el suelo frío de mosaicos esta el amor,
el amor simple de un hombre por una mujer,
el amor común que todos sienten.
Debajo de su sombra arrastra esta cadena
como un espectro de antiguos cuentos.
Este hombre ES un fantasma.

Hay un hombre, de pie, frente a su cama

Hay un hombre, de pie, frente a su cama simple y vacía.
Sus pensamientos son comunes.
No es necesario decir más que una cosa:
este hombre piensa en una mujer,
una única mujer que quisiera tener
en su cama simple y vacía.

Los dias que han pasado

Los días que han pasado se vuelven de papel
y los mancho con tinta...
soy el que escribe las poesías,
el que pone palabras a tus caricias.
Pero no soy poeta.
Solo un enamorado.

Canción

Ya no llueve.
Ha dejado el cielo de llorarnos.
Apenas la sombra de alguna ultima nube me entristece a veces.
Ya no muero,
ya no tengo,
ya no pierdo.
Ya casi siempre gano, vivo, puedo...
De vez en cuando creo,
construyo, sueño.
Y mientras vivo, escribo...

He sido

He sido sabio, inteligente, sobrio.
He sido un hombre, un poeta, y nadie.
He sido gigante, dragon, alquimista,
nigromante, ruiseñor...
He sido arbol, leñador, ebanista,
luthier, guitarra, partitura.
He sido bandadas de gaviotas en el mar,
condor en los Andes.
He sido esclavo, arado y levadura.
He sido las manos de un ciego
y las piernas del que huia.
He sido todo porque quise serlo
y soy,
sin quererlo,
el hombre que amas.

El instante que dura el amor es eterno

El instante que dura el amor es eterno.
No sabe de tiempos...
el verbo amar no tiene pretéritos,
todo amor es el primero y único y,
cuando alcanza a durar lo suficiente,
el ultimo también.
El amor ignora la muerte, esa hija puta de
la conciencia porque el amor
no tiene conciencia.
Los que aman no tienen cuerpo, se aman
como dos fuegos que se tocan,
se avivan y se apagan.
El amor comienza cuando puede y termina
cuando debe. No se ama dos veces
el mismo amor.
Si es cierto que quedan cenizas,
se las lleva el viento.
nada de lo que ha muerto vuelven a la vida,
menos el amor.
El instante que dure tu amor ES la eternidad.

De sombras viven los poetas

De sombras viven los poetas, de sombras
y de noches,oscuras, azules,
irremediables que albergan esperanzas.
De todos los sueños fantasmales, se alimenta
el hombre y sus poesías,
de todas las noches que has faltado, de tu ausencia
cruel y desmedida.
En balcones sin macetas la poesía
fuma desvelada sus fracasos.
Piensa en ti el poeta con sus fuerzas
pero no hay un verso que le venga.
Todas las noches son azules y vacías.
El poeta solo sueña, solo tiene
una esperanza: hallarte mas allá
del imposible sueño de abrazarte.

Más de la mitad del día te espero

Más de la mitad del día te espero y
más de la otra mitad te pienso...
casi todo lo que sumo da tu ausencia y casi nada
me acompaña.
Ya no queda en mi casa ni una gota del perfume
que tu usabas...
hasta el aire es distinto cuando faltas...

Árbol

A veces se agita el viento entre mis hojas,
violentamente sacude mis ramas más fuertes
y quiebra las más débiles.
A veces la brisa me mece
y adormece.
De noche es cuando más te extraño,
cuando el aire helado de la madrugada,
entonces lloro gotas de rocío.
De día algunos pájaros me acompañan
y en el pecho tengo uno que anidó.
A veces, un caminito de hormigas
me recuerda tus caricias.
Algo de savia me recorre todavía.
Un invierno de estos me dejaré morir.

Cuando me voy detrás de tus pasos

Cuando me voy detrás de tus pasos,
siguiendo el aroma de tus flores
me pierdo en el bosque
recogiendo hierbas para ti...
Cuando me voy detrás de tus pasos
me pierdo, no encuentro ya nunca
el camino de vuelta.

Es la noche y los arados duermen

Es la noche y los arados duermen.
Los caballos al establo, los amores a la cama.
En tus labios descanso una jornada ardua
de arar el mundo. Tu me das lo que he ganado,
mi paga, mi salario con tu abrazo.
En tu escote limpio mis manos de la tierra
y la sal de mi boca. Me acobardo si me atrapas
en tu vientre, esclavo entre tus piernas..
Me hago un niño que amamantan tus amores.
Es la noche y los arados duermen:
los caballos al establo, los amores a la cama

Maliciosamente se enredan...

Maliciosamente se enredan las manos en las arenas
del tiempo.
No esperan, no piden,
gritan y sólo gritan.
No alcanza ni sobra lo que tienen.
Son hijos huérfanos de la palabra.
No tienes más que verlos para saber que son
ellos los que muerden,
los que pican con aguijones de papel.
¡Pobres ellos que no tienen faros!
Navegan en penumbras por mares más profundos que sus mentes...
Son ciegos,
de la vida. No saben.
No hacen pie en las aguas más superficiales,
fáciles ahogados temen a lo profundo
y le huyen.
¡Suerte para nosotros que somos peces!
No tener que respirar el aire que han manchado
con su maloliente saliba.

Ultimamente

Ultimamente se han perdido tus besos.
Ultimamente ya casi no tocas ni toco
el amor, ni los cuerpos.
Ultimamente ya no permaneces ausente
aunque me faltes,
y aunque me faltes no siento tu ausencia.
Ultimamente me he hecho distinto, más otro
más uno que no te ama.

Qué tristeza han de tener

¡Qué tristeza han de tener quienes dibujan los mapas!
Pobres hombrecitos tristes...
¡Qué vacías han de estar sus vidas!
Tanto esfuerzo han puesto en separarnos
y nosotros...
¡míranos:
tan enamorados y tan juntos!

¡Con cuanta piedad me juzgas...

¡Con cuánta piedad me juzgas,
con cuánta injusticia me amas!
Casi no pides y acaso si algo no das...
Casi nada traigo pues todo
lo he dejado en otra casa y,
sin embargo,
tu me das tu techo y tu alimento.
¡Cuánta injusticia en el mundo, mujer,
que tú me ames como me amas!

Te abrazo despues del amor

Te abrazo despues del amor y sueño
sin sueños. Dejo en tu cuerpo
las manos cansadas del trabajo,
esta boca que maldice,
este cuerpo acalambrado,
esta hilera de fracasos.

Mi hogar

Mi hogar no tiene 
pared ni techo,
puerta o ventanas.
Mi hogar no es 
ni de ladrillo,
piedra o barro.
Mi hogar no tiene
arbol ni flores 
en la entrada.
Mi hogar es tibio,
humano,
mi hogar me besa
me abraza,
me tiende la cama
en la que pongo,
cada dia,
flores en la entrada
de mi hogar.

Tu cuerpo desnudo

 Tu cuerpo desnudo no tiene rimas
ni metrica. Tu cuerpo desnudo
no quiere versos...
Entro en silencio y cuando salgo
                                                 te abrazo.

A la alfombra de hojas muertas

A la alfombra de hojas muertas se parece tu ausencia.
Un dorado extrañarte de atardecer de otoño,
como esas lloviznas tristes que no mojan.
No ha quedado en la calle y en los arboles ni un gorrión
a quien llorarle.
Se me ha secado la savia. Los besos
hibernan en una habitación con fríos azulejos.
No te nombro siquiera:
no sea que al llamarte no vengas
y me quede solo.

Triste se vistió el único poema

Triste se vistió el único poema de esta tarde
con plumas grises y negras.
Se posó, inalcanzable,
en la más alta rama de un pino
con la capucha blanca.
No dejó que lo escribiera,
se voló
cuando quise encerrarlo en un cuaderno.

Quisiera yo no haberte visto

Quisiera yo no haberte visto aquella tarde,
salvarme ahora de haberte conocido.
Quisiera, aunque ya no tenga
la voluntad de quererlo,
tener de nuevo mis inviernos y desiertos.
Quisiera no saberte,
no extrañarte...
seguir con mi tristeza sin saber de esta alegría...

Quisiera no vivir en este miedo
a no volver a verte.

Me faltas

Me faltas...
solo ese verso me sale....
solo esta ausencia se siente.
el resto,
-lo que ya no he de llamar vida-
se entristece con tu ausencia.

Hoy solo sé que me faltas...

Varios reencuentros

El 15 de octubre murió Aldo Lunares, poeta y filosofo que a falta de estudios tenia buena vista. Durante años fui su mayor pelea en este mundo. Fui, también, su mayor decepción. Murió a causa de mi incorregible carácter: su tenacidad se derrumbo al fin.
Me recogió en una calle hace años, cuando era un niño apenas. Un niño que lo esta asaltando. Sin la menor queja me dio todo lo que tenia y me dejo ir. Desde ese día no dejo de buscarme. Me vio en los ojos la mirada de un poeta amigo que había muerto hacia algún tiempo. Me lo dijo como si no entendiera mi urgencia por asuntos mas materiales. Las entendía, no le importaban. Yo le huía como si tuviera que hacerlo.
Un día me canse de escaparle. Me quede y lo escuche. Al otro día volvió. Y al siguiente, y todos los que siguieron. Por lastima o por lo que fuera comencé a prestarle atención. Me enseño su arte y su oficio. Me convirtió en poeta y filosofo. Comencé a escribir en cuadernos que el me dejaba en sus visitas. Nunca sabia que hacia con eso hasta que un día comenzó a pagarme por mis escritos. Los vendía, los publicaba. Yo, un ladrón vulgar, tenia lectores y había, me dijo, varios editores interesados en mis escritos.
Pude haber vivido de aquello, peor no deje la calle ni la costumbre de apropiarme de lo ajeno. Siempre me siguió buscando para enseñarme lo que sabia. Todo, no dejaba que lo olvidara, lo que yo le había enseñado cuando era su amigo y maestro.
Espere a que muriera para hacerle caso y comenzar a ser lo que me enseño.
El 15 de octubre murió Aldo Lunares. Pronto se hubiera cumplido el año de su ausencia de no ser porque anoche, cuando vagaba por calles oscuras lo volví a encontrar. Inocente y con algo de timidez me amenazaba con un cuchillo sucio esperando que le diera todo lo que traía. Ahora tengo que irme. Debo buscar ese niño y contarle quien es.

La mujer de las estrellas

-Ah, ¿pero usted no lo sabia?
-No -le respondió el otro- si no, no le preguntaría... ¿como pasó?
El primer hombre  se restregó los ojos y miró para el cielo. -¿Ve esa estrella que aún brilla? preguntó...
-Si, claro...
-Pues yo la estaba mirando así como ahora lo hacemos, una mañana en que no había muchas nubes y el cielo estaba claro como hoy... vio que pasa eso de ver estrellas de día...?
-Si, claro, pero que tiene que ver eso con lo que le ha pasado?
-Es que de ahí llego ella...así como le cuento...estaba tranquilo mirando el cielo, como le decía...y de esa estrella salio un brillo...al principio no lo note...pero después reparé en ese punto que se veía en el cielo...
-¿La estrella dice usted?
-No, no...algo que salió de la estrella...un punto que se movía como si la misma estrella lo hubiera soltado...y el punto se movía hacia aquí...como si viniera a la tierra...
-¿Como una nave dice usted?...disculpe mi incredulidad pero yo no tomo en serio esos asuntos de platos voladores....
-No...¡No piense en platos voladores!...piense mas bien en algo así como un ángel...
-Menos aún, usted sabe que no creo en esas cosas...
-Y usted sabe que yo tampoco...hasta esa mañana...el punto se acercaba más y más...venía como bajando...ya se notaba que había entrado en la atmósfera....
-¿Pero qué forma tenia?...sería un satélite de los tantos que hay en el cielo...usted sabe...cada tanto alguno se descompone y cae a la tierra...
-No, usted no me está prestando atención, ya le dije que salió de una estrella...
Sigo sin comprender cómo eso tiene que ver con que usted se haya enamorado...
-Deje que termine de contarle- le interrumpió ansioso- ese punto que le dije empezó a tomar forma...aún se lo veía muy pequeño pero le aseguro que tenia forma humana... ¡era como si alguien cayera del cielo!
-¿Pero que no caía del cielo si no de una estrella?
-Ya me esta entendiendo...lo seguí con la vista hasta que se perdió detrás de una nube...empezó a perderse por momentos en unas nubes que andaban por ahí...pero era claro que estaba bajando y que llegaría cerca de donde yo me encontraba...
-¿Usted dice que caía en su patio?
-No, no en el patio...parecía ir más para la calle, pero no lejos de casa....
-¿Y entonces no lo vio caer?
-No, se perdió detrás del techo de la casa...ya era indudable que era una forma humana, una mujer...que bajaba lentamente del otro lado de la casa...la perdí detrás del techo... ¡y ahí no más sonó el timbre!
-¿No me diga que una mujer cae del cielo, y no solo sobrevive sino que además le toca timbre?
-¡Del cielo no!... vino de esa estrella que le decía...preste atención, hombre...era ella, la misma que bajó de las estrellas....estaba frente a mi puerta...y yo no había visto nada parecido en la vida...realmente es una ángel como le cuento!!! Ya va a ver cuando se la presente...ahora vive en casa conmigo...

La ultima estrella

La última estrella que has mirado
me esta cuidando
desde un cielo infinito que alcanza
tu casa y mi casa.

Cuando la miras por la noche ves
la misma estrella que yo miro,
y la distancia que nos separa
me causa tanta gracia,
¡Pobrecita,
ser tanto y no ser nada!

Tengo un amor

Tengo un amor,
como una primavera,
de soles y lunas.
Tengo un amor
como cualquier otro,
con lluvias grises.

Tengo un amor
que no es ni mas ni menos
que otros amores.

Pero este amor que tengo
es diferente,
es mas amor que cualquier otro
es mas amor porque es el mio...
es mas amor porque es el tuyo...
es mas amor porque es el nuestro.

Que triste mediodía!

¡Que triste mediodía!
Ni un verso apareció en toda esta mañana...
¿Será que me haces falta?

Siembras en mi cama girasoles

Siembras en mi cama girasoles
que no duermen, y en el cuarto,
las lunas amamantan soledades.
Tu sombra se me asoma sin tu cuerpo,
tu cuerpo se me antoja entre las sombras.
Es víspera de un día que no llega,
las ruinas de un capricho Gregoriano:
se ha muerto el calendario en esta noche
y se que todo sueño ha sido en vano.

Tus manos

Tus manos,
que han cedido,
desvelan mariposas.
La noche es infinita y de tu boca
aspiro dos verdades:
me quieres para siempre en este instante,
y ya nunca sabré como olvidarte.

Sin ti mi cama es un desierto

Sin ti mi cama es un desierto.
Me quito la ropa y me acuesto
mas que a dormir
a morirme.
Sin ti no hay flores ni lluvias
y el jardin ha muerto.
Sin ti mi cama es un desierto.

Traes de tu casa unas flores

Traes de tu casa unas flores
para adornar mi ventana.
Rojas y azules algunas,
las más, amarillas.
Traes de tu casa unas flores
para adornar mi ventana.

Fuera de ti no hay vida

Fuera de ti no hay vida,
solo momentos...
el tiempo que me resta
es de extrañarte,
de sobrarme
el tiempo que me resta.

Fuera de ti no hay vida
solo restos....

Tu boca

Tu boca dice que me quieres,
tus besos, que me amas...

la libertad...

La libertad es una ilusión de la soledad...solo es libre quien elije sus cadenas.

Nani

Coronas con flores al alma de tu alma,
con crayones pintas sus gestos más felices.
A ella cediste el trono de tu mágico reino de charcos.

Tú, que le has enseñado el fuego que abriga,
desconoces el vuelo de las aves y te asombra
el cielo y de las cosas de la tierra
solo lo invisible te ocupa.

¿Quién sabe que mundos maravillosos construyen
tus sueños? Ella,
que siempre te cuida, reina sobre ellos
y, por lo que le has enseñado,
también en mis reinos gobierna.

Amor injusto

¡Amor injusto que te alimentas de mi sangre!
¡Mis venas se han secado y aún pretendes
vivir a mis expensas...!
Parásito cruel y desalmado ¡ya no te quiero!
¡Aléjate de este cuerpo que has consumido
hasta el hartazgo y búscate alguien más
para enfermarlo!

¿Acaso no ves que nada me queda que puedas quitarme?
Eres inocente, Amor, si crees
que esta nueva broma que me juegas
te divertirá. No creas que puedes quitarme
esta nada. ¡Soy libre de amar porque ya 
lo he dado todo y aun así AMO!

Cielo de dos

Contemplo pensativo este cielo azul que me cubre
y en silencio lo envidio.
Es este también tu cielo y puede
sin trabajo
tocarte con las gotas de esa lluvia
de la que hoy me hablaste.

¡Cómo quisiera ser yo este aire inquieto
y volarme hasta tu calle!
¡Cómo quisiera ser yo esa lluvia
que acurruca tus secretos sueños!
¡Cómo quisiera ser yo esa lluvia
en la que tu juegas con tu niña!

Me duele esta tierra

Me duele esta tierra en el pecho,
este Edén olvidado y lastimado
este viejo continente torturado,
violado y mutilado.

Me duele esta sangre ajena,
esta herencia violenta de dioses amorosos.

Me duele toda esta América
civilizada y democrática.

Me duele la espada  ¡Que cruz!
Esta codicia continuada por esa otra Europa,
la América boreal.

Me duele el regreso postergado
de los dioses,
este retraso exagerado del padre Huiracocha.

Me duelen las selvas, montañas y ríos
de esta América esclava.

Me duele toda la América del Sur...
desde mi hasta ti...

Allí estaré

En los días, en las calles,
en las tardes de flores y charcos,
como un canto de alondras
allí estaré.

En el aire frío de la noche,
entre las sombras de tus sueños,
en los pliegues de tu ropa de dormir,
allí estaré.

En tus labores de todos los días,
en esos gestos pequeños
que te emocionen,
allí estaré.

En las caricias que te debo
en cada instante, en cada pensamiento
que tengas para mi,
allí estaré.

Alma que lloras

Alma que lloras por un amor,
detente y piensa,
que tan solo un hombre has perdido.

No malgastes tu tiempo en lamentos
y lágrimas que erosionen
tu bello rostro.

Alma, no llores
que en mis brazos un leve consuelo
te ofrezco,
y un sorbo de calma
pues más no tengo ni hallarás
en esta hora. Espera otras mejores
que pronto llegarán.

Resurreccion

Tienes ahora en la piedra un lecho,
nuevas ropas, perfumadas.
Recuerdas aun el rostro de tu enemigo
martillando tus manos.
Aun tienes la herida fresca de los clavos.

Ellos no saben
que una Pascua infinita de resurreccion te espera.
Una mujer
descubre la entrada y ante ella te revelas
en tu magna santidad.
Eres nuevo en la vida como lo fuiste en la muerte,
Ya no habra sombras, te han resucitado.

Mis brazos abarcan todos los kilómetros

Mis brazos abarcan todos los kilómetros esta noche
para abrazarte. No se si sueño.
Me extiendo por la tierra
y como una infinita serpiente me enrosco
en la distancia que nos une.
No hay afuera esta noche,
soy el exterior que abarco en mi mente.
Te abrazo en órbita terrestre.
Te acaricio desde el cielo negro de esta noche fría de verano.
Y te sueño.
Te sueño justo en esta hora insomne
en que todo se hace ínfimo y minúsculo
para yo poder abarcar desde mis pasos cortos
esta extensión de tierra,
este millar de millares de personas que duermen entre nosotros.
Y te abrazo sin despertarlos.
Hubo un ayer inevitable y así también
de inevitable habrá un mañana.
Y mañana seré equilibrista y caminaré
por la línea de puntos absurda
e inútil que no pudo separarnos
para tocarte con una palabra.

Hay un aliento a flores muertas

Hay un aliento a flores muertas en la parte mas olvidada
de tu boca. Allí donde hace tiempo que no llega
esta lengua habladora. Allí donde germina la saliva enferma
de otro. No desprecies esta sensación de muerte porque es
tu única amiga en esta hora. Las demás, las blancas
sensaciones de jazmines
ya son otras, más mortuorias, como calas secas
en la tumba de un abuelo que murió
sin conocernos.
Las demás extrañezas partan pronto de tu alma,
vuelen lejos. Las sensaciones lívidas de un cielo claro
poblado de nubes las reemplacen. Invéntante un cielo
y pon en el toda tu atención. Imagina blancas y suaves nubes
para que no vean tus ojos las llamas del infierno.

No soy

Un horizonte elevado que no toca la tierra, por debajo,
ni por encima el cielo.
¡Qué extraña esta sensación de haber sido olvidado!
Se me acerca la muerte con su mueca estúpida y ríe
de mi risa, no le temo, no esta noche.
Podría cabalgarla hasta ese horizonte surrealista
que no existe más que un recuerdo absurdo
y desdibujado de otro mundo.
En mis pies sin alas duermen los pasos olvidados y borrados.
No soy aquel que soñó. Ni este que sueña.

Hoja en negro

Hoja en negro,
este insomnio merecido.
Hoja en negro,
vacia,
llena de nada.
Hoja en negro,
amenza de todo los poemas.
Universos cerrados la habitan.
Hoja en negro,
sin ideas,
imagenes,
hoja como piedra
que no siente
que el tiempo pasa,
y no despierta.

Hoja en negro,
infamia literaria.
De tus lineas excavo huesos ajenos,
rayos de soles muertos y lunas
extinguidas.
Enfrento mi hoja vacia,
con la habitual cobardia
la contemplo imaginando
un imaginario lleno de imagenes y aromas.
Nada de eso tenemos mi hoja y yo.

Por esta noche,
y por todas,
mi hoja en blanco negro y yo.
no dormimos.

Gritar

Gritar hasta que un orgásmico hastío en la garganta
nos seque la cavernosa boca por la que exhalamos.
Un grito desgarrador nos debemos ante el fin inevitable
de las cosas. Nos debemos ese regalo.
Impedir que los huesos se conviertan en harina seca y polvoriento
ungüento que asfixie.
Quiera el cielo, ese inhabitable donde pululan nubes bobas,
no nos atraigan otra vez las falsedades.
Desearía desear. Quisiera querer.
Me perdí en la ultima linea de un delirio que robe a una extraña.
Me colgué por voluntad y decision propia de la cruz
y ¡que lleguen, si se atreven, los carroñeros
de la ultima hora!
Antes voy a lamer otra vez tu heridas,
a curar tu lepra o contagiarme,
da lo mismo.
No voy a morir sin lastimarte con amor.
No me resigno, no bajo los brazos que no te abrazan.
Lamento lo que no ha sido como se llora a un hijo
que muere en el útero porque allí donde aun no hay vida
¿como es que llega la muerte?

De huesos rotos compones

De huesos rotos compones triunfos ignorando
la muerte que conlleva tu deseo.
Alejaste de ti un sueño verdadero por tu cobardía y ni
ahora comprendes lo triste del desaire que has vivido.
Escoges frutas podridas y te arrodillas ante higueras secas.
Como un profeta advertí tu necedad y,
conociendo el triste mito de Casandra,
desoíste a quienes acudieron por tu vida.
Acaso no entendiste que el ciego cuando mira ve mas lejos
de lo que tu, vidente vanidosa de lo material,
te atreverías a sospechar.
Te entregaste,
porque era mas cómodo el lecho de un elfo y dudaste
del poder del nigromante.

Derrochas los dones

Derrochas los dones de tu fortuna.
Todo te ha sido dado y en nada
lo aprovechas. Ostentas la belleza
y juventud que mil anhelan
pero no tienes lo que ellas:
amores verdaderos que duren
mas que tu belleza...

La Belleza

¡Sobre gustos hay tanto escrito!...pero la mediocridad es analfabeta...

La Verdad

La verdad abre las puertas del Cielo, la mentira todas las demás.

Las apariencias

A las personas feas siempre se les encuentra alguna virtud...a las lindas, algún defecto.

¡Pobres de estos días...

¡Pobres de estos días que pasan!

Pobres ellos, condenados a marcharse
    porque ni una gota de recuerdo
                 beberán.
  ¡Pobres de estos días que pasan
          destinados al olvidos

Han vuelto las blancas mariposas

Han vuelto las blancas mariposas
que en aquel triste verano
 nos cuidaron...

Han vuelto las blancas mariposas
a llevarse estos días
que como todos los otros,
también pasaran.

Descanso en tus ojos

Descanso en tus ojos luego
de saciarme en tu cuerpo.
Y en ese laberinto hermoso
de tu dulzura
me duermo, sin sueños,
sin cansancio.

En el susurro leve

En el susurro leve de las hojas de los arboles
la brisa suave de una noche estival
me revelo en secreto un oculto presagio:
en el silencio de la noche escuché,
como traído por fantasmas,
tu nombre.

Ya el invierno amenazaba

Ya el invierno amenazaba con quedarse
y entre la alfombra de hojas secas tus pasos,
tus esperados pasos, dibujaron
la huella de los sueños que había olvidado.
Con tu vestido de flores adornabas de primaveras
un infinito otoño y yo,
que ya nada esperaba,
me sorprendí soñando.

La Verdad

La verdad objetiva es el resultado de la subjetividad social.

Mono enamorado

Sin sutilezas has atacado
      a tu presa
         y has sido
            causa de su fuga.
En el futuro seras mas calmo,
      dejaras al instinto hacer lo suyo
            mientras tu piensas.

¡Usa tu sapiencia, mono enamorado,
que una trampa no se arma delante de la presa!

Necio

Un visceral malestar
   te pellizca las entrañas
       en tu miseria.
Has golpeado la puerta
            equivocada,
               tantas veces,
¡y aun no te acostumbras!

Irresponsables

Todo lo que importa es salirnos
   de esta inmensa tristeza.
¿Por qué olvidamos que el amor es un juego de dos
   en el que ambos siempre pierden?

Amiga

Te pido un beso
amiga y compañera
que incendie
todos esos puentes
hacia otros brazos.
Te pido un beso
para no volver ya nunca
a llamarte amiga.

¡Qué hermoso error!

¡Qué hermoso error
      confundirte,
    así, un instante,
con la mujer que amo!

Amor nuevo

Triste gastaba mi vida
       en lagrimas
  por un amor perdido.
    Pero esa tarde y
         ese beso
bastaron para saberlo:
no era el amor lo perdido sino,
  y tan solo,
        a una mujer.

Miedo

¿Como atreverme a decirte
          lo que siento?
 Me creerás un ridículo
      hombrecito y con razón
         dirás: "No me mereces".