Te espero aquí al final de esta jornada

Te espero aquí al final de esta jornada,
entre el cansancio de no verte y no tenerte.
Será la noche compañera del poeta
pero sin ti no habrá más versos que
esta triste espera.
Si hoy lloviera se me mojarían
estas ganas de estar contigo.

Estaba el poeta sentado y distraido

Estaba el poeta sentado y distraido
cuando pasó una joven
de floreado vestido
y suelto el cabello.
Casi sin verla,
como por costumbre,
se le escapó al poeta
un poema.

En el amor como en la guerra dicen

En el amor como en la guerra dicen
algunas veces pretendiendo confundirnos.
En la guerra la frontera
entre la valentía y la estupidez es
tan delgada como la propia muerte del valiente.
En el amor, los cobardes nacen muertos.
Creer que el amor es una lucha,
confundir el amor con la guerra,
es salpicar con sangre la piel blanca
de una princesa.
No hay entre enamorados guerras,
pues lo que siente el pecho se protege
en un abrazo cerrado.
En mis brazos te guardo y resguardo de todas las ventiscas,
y con las mismas manos que escriben de amor y guerras,
te acaricio en la noche
en silencio para no despertarte.
Si supieras que sueño con monstruos y
cíclopes gigantes no dormirías a mi lado,
pero te amo, porque me cuidas y
porque se que velarías
por mi vida encerrándome en tus brazos.

A Adriana

Te doy este poema para que guardes
las palabras que son tuyas más que mías.
Te lo obsequio aun cuando no sepa
qué versos le van mejor a tus ojos,
cuando no tenga más que decir que un te amo
escaso y desprolijo, envuelto
con palabras gastadas.
Te doy este poema para que sepas
que estás en mi poesía, en lo que escribo
cuando escribo lo que siento.
Te lo entrego así, sucio y despeinado
como cuando lo invente,
con toda esta tristeza de tenerte
en mis versos porque no te alcanzan mis brazos.
Te regalo este poema para que lo cuelgues en la puerta de tu casa,
y lo vean los que creen que eres un juego,
una más entre las otras.
Es tuyo porque quiero que lo sea,
porque ya no alcanza con nombrarte en silencio,
porque te mereces que la voz del poeta
te nombre esta noche
para decirte te amo.

Quise volver a donde nadie me esperaba

Quise volver a donde nadie me esperaba,
¡qué sensación más rara y parecida a la muerte!
Se habían olvidado de mi sus costumbres
y me nombró con otras letras más grises,
más de mi nombre sin ella.
Será el futuro otro distinto al pasado
ahora que no vuelve donde yo volvía,
ahora que se duerme
olvidando mi nombre y mi rostro,
ahora, que definitivamente, he muerto en ella.

¿De qué me sirven las palabras...

¿De qué me sirven las palabras si no la puedo tocar?
¿De qué me sirve ser su mas bella
utopía, su platónico amor
si no la puedo tocar
más que con mis versos?

¿De qué me sirve la canción si no la puedo tocar?
¿De qué me sirve que sea esta
la canción que escucha
si no la puedo tocar
más que con mi voz?

¿De qué me sirve este amor si no la puedo tocar?
¿De qué me sirven las manos,
los labios y los ojos
si no la puedo ver o tocar
cuando sonríe al despertar?

Estas palabras te esperan para tocarte

Estas palabras te esperan para tocarte en el hombro
para que te vuelvas y me veas.
Estas palabras son la voz de la última esperanza
perdida.
Antes que la muerte nos toque sabrás
que te esperaba,
que una última vez espere tus labios
en una noche fría.

¿Qué es esta tarde sino un llanto...

¿Qué es esta tarde sino un llanto de niños muertos
sin el mundo en sus ojos?
¿Qué es esta tarde si no la muerte de todas las tardes?
Hasta ayer nomás los ojos te brillaban como perlas cuando me nombrabas
y hoy si apenas vi en tu rostro una sonrisa.
¿Éramos esto antes de esto?
Los que somos seremos en el futuro como imágenes
en tonos sepias y manchadas de humedad.
Hoy me embarga la tristeza,
hoy, que todas las tardes se me han muerto.

El amor está hecho de una substancia frágil y elástica

El amor está hecho de una substancia frágil y elástica que lo mismo nos empuja al mundo como nos refugia de él. Irónicamente, el mismo amor que nos vuelve sensibles a todo lo que sucede en el mundo es el mismo que nos hace fuerte para soportarlo. Finalmente, cuando todo resulta en una mentira, descubrimos que de todas las mentiras, la más bella fue el amor.

Somos los restos de las personas que amamos

Somos los restos de las personas que amamos,
sobras de banquetes ajenos, migajas apenas
de un cuerpo que nos alimentó.
Vivimos del recuerdo más que del pan,
forjamos una identidad ilusoria alrededor de nombres y fechas
perdidas pero no olvidadas.
Hay siempre unos cuantos aniversarios que ya no celebramos,
algunas fechas y eventos
que debemos arrancarnos del recuerdo
pero que ya nadie usa.
¿Qué daño hago si recuerdo el día del primer beso?
¿A quién daño si la que compartio ese beso
ya celebra otras fechas, otros besos?
He convertido mi cama en un cementerio
poblado de los fantasmas que he besado en vida,
cuando aun eran mios esos labios.
He mutilado mi cuerpo enamorado y desmembrado
en cada despedida.
Si te he amado, si te he extrañado,
ha sido en vano.

Finalmente, nos escondemos de todo

Finalmente, nos escondemos de todo
para no encontrarnos en la lágrima
final de todo amor.
De pronto un acobardamiento generalizado
de partes biológicas que ignorabamos
en la felicidad
se empieza a adueñar del resto inmovilizado
de un cuerpo.
Y ahí esta el desengaño con su carcajada
morbosa y casi orgásmica
recordándonos lo inútil
de esta costumbre de amarnos.
Ni la menor esperanza de ser absueltos,
supimos siempre que la esperanza es un abismo
infinito,
saltamos por propia voluntad, por propia insensatez.
Dejemos el dolor para los vivos:
nosotros, que hemos amado,
prohibido tenemos quejarnos.

Porque estamos hechos de tiempo

Porque estamos hechos de tiempo
y vamos a un mismo y anunciado fin
medimos las horas del día en abrazos
y besos perdidos.
Vivimos frente a  un espejo que muestra
el reflejo de lo que nos ha pasado,
sin ventanas que nos muestren el día
que nos esta vedado conocer.
Soñamos, ansiosos, vislumbrar un futuro
que no nos pertenece y si pudiéramos hacerlo
entenderíamos por qué,
ese día que aun no llega, no es ni será nunca nuestro.
Corremos preocupados por los que se han ido
perdiendo casi siempre la sonrisa de la que está frente
 a nosotros esperando por un beso.
Somos material descartable en la linea
de tiempo de la vida, ni el tiempo ni el destino
nos precisaron ayer para urdir sus redes,
ni nos llamarán mañana para celebrar
la muerte de los que hemos vivido.

Teniendo toda la vida para ser felices

Teniendo toda la vida para ser felices
seguimos escogiendo el amor.
Como una necesidad canina de morder
el propio rabo nos mareamos
en un vicio animal y estúpido.
El amor es a veces una forma
de canibalismo, pero casi siempre de autofagia.
Amar es automutilarse,
redición moderna del autoflagelo:
nos han dicho
que en el amor nos salvaremos.
Y en el dolor esta el camino,
han dicho los profetas.

Este año no habrá nueces en los arboles

Este año no habrá nueces en los arboles
ni rosas en los jardines.
Dormirá la tierra bajo la sabana helada
de tu abandono.
Morirán los mirlos y las abejas,
los hijos lloraran por el frío,
de las madres, se secaran los senos,
tendremos hambre todo el invierno.
No habrá parques ni verdes
fuera de las casas y los jardines
serán como balcones abandonados
y sin macetas.

Hoy no quiero salirme de ti, solo

Hoy no quiero salirme de ti, solo
por hoy dejemos que el mundo
sea lo que no nos pasa.
Hoy prefiero no escuchar la voz
del pregón infernal y constante
de lo que pasa allá afuera.
Hoy que la gente pasa vacía
por nuestro sueño déjame
seguir durmiendo en un beso
que lleve tu nombre.
Hoy quiero vivir sereno,
arropado con tu cuerpo.

Cuando se entierra a un hombre aun vivo

Cuando se entierra a un hombre aun vivo
el sonido de sus manos
rasgando la tierra
es el de una canción
de primaveras y flores,
plena de amores,
de hijos muertos en constante
resurrección.
El grito desorienta a los traidores
porque no es lamento sino el grito de un hombre libre:
quien sueña bajo la tierra
sabe que sobre ella la libertad no existe.
De abajo se ven crecer las flores
cuando son semillas,
se huele el jazmín antes que la gran gente
pueda verlo y recortarlo
para hacerlo crecer
con formas impuestas.
De abajo se ve el cielo todo el día,
porque no hay tierra que cubra
los ojos de los muertos.
No alcanza,
y no alcanzará nunca
una palada de tierra
para escondernos.

Sabes que estoy desnudo ante tus puertas

Sabes que estoy desnudo ante tus puertas,
el rostro nervioso, susurras cosas,
murmuras embrujos terribles a mi cuerpo.
Una brisa de aire me roza el pecho cuando besas
mi vientre y más abajo. No te espero, 
brotan de mi millones de ternuras
para amarte, aunque no te ame.

Te encuentro sutil y deliciosa

Te encuentro sutil y deliciosa
en la forma en que me cuidas,
en la forma en que me miras.
Sentada en esa silla frente a mi
como esperando ser amada,
sabes y disfrutas de mis ansias
por desnudarte esta tarde...
Demoro el paso que me encienda
y que te encienda
apagando estas miradas.
Disfrutas de la espera,
sabes que en cualquier instante
caminare hacia ti para perdernos.

Creo en tu vientre y en tus piernas

Creo en tu vientre y en tus piernas que me encierran sobre él.
En tus manos felinas por mi espalda,
en las cadenas de tus brazos,
en tu aliento tibio para amar.
Creo en tus muslos y en la promesa sincera
del paraíso que esconden.
Creo en tu cuello y en tus senos
porque en ellos duermo y descansan
mis noches.
Creo en tu boca y en tus besos que enjuagan
todos los trabajos y las tardes.
Creo en tu silencio, en tu palabra,
en tu poesía desnuda
de poemas.
Creo en ti porque me es posible creer,
sin ver, que existes y amas
como existes y amas.

Finalmente estamos solos

Finalmente estamos solos
y aquellos que juraron salvarnos
nunca han llegado.
Dicen quienes los vieron acercarse
que temieron al vernos.
Somos los inmortales de Borges:
fuimos Homero y hoy somos bestias
lamiéndose las llagas para saciar la sed.
Nosotros que hemos jurado lealtad a la poesía
hemos cumplido nuestra parte:
hemos muerto abandonados a la suerte
en cada verso, pero ellos,
que prometieron salvarnos y lavarnos las heridas
se asustaron al vernos sucios,
miserables como animales
después de tanta belleza.

No tengo más que huesos fríos y húmedos

No tengo más que huesos fríos y húmedos,
y terrones de tierra negra entre los nervios
que he salvado de la muerte.
Las cuencas de los ojos crían lágrimas
con vida que se arrastran por la fría calavera
en busca de algo tibio que comer.
Si tuviera alguna falange rascaría el cielo
buscando el aire que me falta
para llamarte, si tuviera, que ya no, voz.
Es una tarde cualquiera como todas
las tardes de la infinita sombra,
es otro día en la historia que no cuenta
horas, semanas ni años.
Aquí y así,
en la cómoda posición del cadáver
espero que un día me lleguen tus flores.

Tanta ansiedad despierta tu espera

Tanta ansiedad despierta tu espera
que este sol en el cielo
poco abriga
y es como si fuera
mañana lluviosa
todo el día.

No es simplemente que me hagas falta,
es más aun que un extrañar
triste y dolido,
es sentir la ausencia
de tus labios
como la propia ausencia.

Me darás abrigo en este invierno...

¿Me darás abrigo en este invierno
de lloviznas frías?
Ahora que los árboles se han desnudado
quisiera yo desnudarme también
para entrar en tu cuerpo como una primavera
de flores silvestres en el campo,
sin macetas ni canteros que me encierren,
pues solo acepto las fronteras de tus formas.

¿Me abrazarás luego cuando los cuerpos
blandos estén muertos y tengamos
todo el infinito azul de la noche
en nuestro techo?
Te daré el aliento más tibio que respire
sin que nada te cueste si te quedas
y me mientes al oído diciendo
que esta soledad no existe.

El cáliz del que bebes la sangre de tu Cristo

El cáliz del que bebes la sangre de tu Cristo
fue hecho con el oro que un minero
quitó con sangre de la tierra,
la mirra, los cirios y todo el ornamento
dorado de tu iglesia tiene grabados
en letras invisibles los millones de nombres
que ostenta el mismo diablo al que dices renunciar.
Los niños que comulgan de tu mano no tienen
más pan que una hostia pero en tu reino de los cielos
no se conoce el hambre ni la sed
porque comes y bebes por todos tus feligreses.
Pronto sucursales de los Cielos
abrirán en todo el mundo acabando al fin
con todo socialismo enfermo y satánico
que pretenda alimentar a un niño
o curar las heridas de un soldado.
Cuando tu hombrecito de luz se baje de esa cruz,
¿con qué vergüenza llorará sus clavos ante la miseria del mundo?
¡Quisieran muchos ya tener la suerte de llevar solo tres clavos!

Quise construir un sueño que volara

Quise construir un sueño que volara
con tus alas,
quise y lo intenté con ganas,
pero las alas se quebraron....

Quise olvidar el desengaño
con tus besos,
quise y lo intenté con ganas,
pero tus labios se secaron...

Quise creer en tu esperanza
con tu fe,
quise y lo intenté con ganas,
pero la fe no se contagia...

Nació una mujer en un pueblo sin casas

Nació una mujer en un pueblo sin casas
ni calles, ni cementerio.
Una mujer sin día de cumpleaños o santo,
sin ropas, sin armas,
sin dueño ni espacio en la tierra.
Nació esta mujer en la puerta del cielo
y aun así escogió la tierra más que las nubes...
Esta mujer ha vivido en los hombres perdidos
sin casa ni pueblo, sin santo ni cielos...
La he alojado una vez en mi lecho
pero el deseo de una carne me hizo olvidarla...
El desengaño, fuerte y claro como un río,
me la ha recordado:
viviré en ella desde hoy o no habrá vida...

Sabría enamorarte con canciones

Sabría enamorarte con canciones
si escucharas,
con poesías y con cartas si leyeras...
sabría enamorarte con el alma
si creyeras
que no es cuento ni irreal lirismo
este corazón abierto que no ha muerto
a pesa de haber perdido tanta sangre...
Sabría enamorarte si quisieras que te ame...

Estoy altivo, seguro de mi mismo

Estoy altivo, seguro de mi mismo
y mis pensamientos revolotean libres,
como si el mundo fuera una cosa ajena
e intocable, en mi propia casa,
pudiera seguir discutiendo con mis libros
y canciones preferidas....
Fuera, el mundo baila por monedas
mientras otros despeinamos un poema
o soñamos una pena que se ha perdido
hace tiempo ya.
No he abierto las ventanas hoy
y no voy a discutir sobre torres de cristal
o bastillas de piedras ensangrentadas.
Que el mundo arregle sus problemas como mejor le plazca
que, al fin, son suyos y no mios.
Tengo la osadía de rimar estrofas y contar
con los dedos de las manos las sílabas de un verso
sin la menor intención de pedirles permiso
o andar de puntas de pie.
Soy un poeta, un alquimista equivocado
que troca el oro en flores y versos.
¡Quién quiera oro coja un pala
que aquí solo hay arena y sal de mis orillas!

Este espacio es tierra seca y árida

Este espacio es tierra seca y árida
en la que flores y verdes no crecen.
Terrones de tierra vana asentada
entre tu casa y mi casa con mezquino
propósito: impedirnos el abrazo.
Y sin embargo, mujer, mira
¡cuánta gracia me causa
esta pobre tierra que se cree distancia!

Quisiera tu muerte como si mia fuera

Quisiera tu muerte como si mia fuera,
dormirme una noche cualquiera
y entrar sin fanfarrias a una noche eterna.
Quisiera despedirme del mundo sin despedirme,
como tu lo hiciste,
marcharme con el silencio de tus pasos
para no despertarnos siquiera.
Quisiera tener tu muerte entre en mis brazos
y apretarlos
hasta que no respire mas la vieja inerte.
Quisiera poder dormirme una noche sin tu muerte
palpitandome en el pecho
o morirme de una vez para tenerte
y que me juegues como un niño.
Quisiera maldecir tu muerte y con insultos
devolverte
a este mundo con tu forma y abrazarte
nuevamente y poder decirte
padre, que nunca has muerto.

(A mi padre, que nunca entendio la muerte y se quedo a mi lado...)

No estas a salvo en mis amores

No estas a salvo en mis amores:
te acechan animales instintos
entre las sombras de unas sabanas
que te encierran para mi.
No bajes nunca la guardia
cuando te duermas en mis brazos
porque no sabes con que deseos
puedes despertar entre tus senos.
No te descuides, hembra mía,
porque pretendo esclavizarte
entre estos brazos y mis ganas
como a una criatura cazada.
No estas a salvo en mis amores:
te acechan estas ganas que no se acaban.

Ahí está el barrio en el que jugaba

Ahí está el barrio en el que jugaba
tirándole piedras a los trenes,
en el que andaba en bicicleta,
el de los primeros suspiros
por un amor temprano y quebrado
como mi niñez.
Ahí está la mañana de un dos de agosto,
cuando una vieja de negra túnica me confeso al oído
que la vida es una puta resentida
y que no hay final feliz cuando se nace.
Ahí están los curas y la cruz
y las lecciones de odio eterno.
Ahí están los primeros amigos,
los que son eternos niños,
los que aun están porque algo
habré hecho para tenerlos todavía.
Ahí esta la adolescencia, la calle,
los primeros cigarrillos, las mujeres,
la libertad, la confusión inconfundible
de una edad confusa.
Mi norte, mis casas de piedra, el Pucará, Tilcara,
los padres postizos que me enseñaron.
Ahí esta la vida entrando a mi vida.
El amor, que me traía como títere
descosido por la vida.
La vida, marioneta gusaneada de unos pocos.
Todo paso tan rápido desde ese dos de agosto
que bien podría haber muerto yo también en el camino
y aun así no recordarlo.
Todo se volvió confuso, ajeno,
tan perverso
que si alguna vez he sonreído
ha de ser equivocado.
En una casa de la calle Alberdi,
a los siete años, aprendí el cinismo.
Hoy, que a nadie le importa nadie,
me tengo para un consuelo tonto.
Esta noche resucito de a ratos para abrazarte
y no te tengo. Será que no te he dicho
lo que tengo muerto.
Será que tu me abrazas y yo,
bajo la tierra, reverdezco.

Están los días que he vivido jugando

Están los días que he vivido jugando
a las escondidas entre mis sueños.
Por una vez quisiera no estar lejos
y tenerte donde te quiero
y como te quiero.
Están las tardes mas serenas
pero las noches estan huecas
de tu presencia.
Están las horas y los relojes
fastidiándome los tiempos
de tenerte.
Estoy escuchando una brisa,
un aire suave como un tornado
que pasa lejos,
y en otro lado.
Estoy teniendo la esperanza
de tener una esperanza:
si es que llega, cuando llegue,
querré abrazarte.

Eres una sombra inquieta...

Eres
una sombra inquieta en los jardines
descuidados de mi alma,
paseando por los pasillos de la eterna nostalgia
trayendo remebranzas de un futuro
perfecto.
Eres
el recuerdo de lo que siempre
he querido ser,
el anhelo de un futuro sin tu ausencia.
Eres
lo que sueño, pienso,
y como en el almuerzo...
Eres
la que eres,
la que no puede medirse
ni contarse.
Eres
la totalidad,
la perfecta omnipresencia
de cada noche.
Eres
la que sueño en el desvelo
y la palabra que
no nombro en mis poemas.
Eres...
todo lo demás es redundante.

Dijo la arena al mar:

Dijo la arena al mar:

te acercas,
me acaricias
y te vas...
me dejas siempre con ganas de mas,
me dejas las ganas pero no te quedas
para que pueda amarrarte
entre mis brazos...
juegas conmigo y
con este amor...


Responde el mar:

Me acerco,
te amo,
y te rozo y apenas
tocarte
ya vuelvo a extrañarte...
¿acaso no ves que nacimos distantes?
tu en la firme tierra
yo en el mar profundo...
¿no ves que mi vida es dar saltos
hasta tu orilla para poder alcanzarte?
no puedo
dejar de tocarte,
y besarte...
aunque sea tan solo un instante
y luego tener que dejarte
no puedo
ni quiero
que dejes de amarme...

Al fin te has revelado...

Al fin te has revelado...
de una vida inmemorable me llegaba tu aroma en sueños,
en cada verso que escribía estaba inscripto tu nombre
como un gran secreto que se me había vedado.
Pero no dejé nunca de buscarte, de llamarte
aún usando otros nombres
por si un día me leías y encontrabas
en ellos
el tuyo propio.
Nunca dejé de llamarte, hasta que un día,
ese comienzo de primavera
acerté tu nombre en un poema
y lo supiste:
era yo quien te nombraba y te buscaba
a ciegas por el mundo.
Y me hablaste y...
al fin te has revelado...

Si me faltas escribo...

Si me faltas escribo...

...me vacío en poemas azules
de otoñal deshojarme
para usted.
Cuando me falta me escribo
con palabras opacas
para que todos sepan
que me faltas....
Cuando la extraño
no quiero poesías,
solo me quejo contra el tiempo
de no tenerla.
Cuando me faltas me canso,
me aburro,
me enfrío,
me hago uno solo.
Porque el mundo es de otros,
no mio,
de los que quieren a medias.
Yo con usted no me ando
con tibiezas:
cuando me falta usted,
me falto también yo.

Esta tarde están hermosos los arboles

Esta tarde están hermosos los arboles,
indecisos entre el verde y amarillo
se ponen su disfraz de otoño.
Como si pudieran sentir esta distancia
lloran sus hojas, con nostalgia,
al suelo. Paso caminando junto a ellos
sin mirarlos, sintiendo
y compartiendo esta esperanza
de un reverdecer nuevo
cuando pase el inverno.

Respiro la sombra de etéreas figuras

Respiro la sombra de etéreas figuras
que no reciben la luz...
Las sombras de arboles talados hace tiempo
me tapan el cielo y el sol.
Entre ellos habito acostumbrado
a sus abrazos sin brazos.
Soy otro habitante del olvido,
otra sombra en una habitación obscura.
Ignoro primaveras de manos buenas
y fugaces que intentan tocarme
desde otro mundo,
desde una distancia irreparable.
No tengo más que tardes de otoño
y noches de invierno,
solo duermo entre presentes ausencias.
Es mi nostalgia,
mi fábrica de poemas grises.

Pasas a mi lado dejando la estela

Pasas a mi lado dejando la estela
de tu perfume en el aire.
Conozco el aroma que llevas:
lo bebí en otro cuello otras veces.
Cuando era mas joven estaba
ese aroma en la piel de una novia
mía y de otro.
Más tarde y creyendo que no volvería
estuvo en el seno de otra novia mía.
Abrevio el listado de tantos fracasos,
el aroma que llevas no es otro
que el triste perfume de los desengaños.

Las palabras son hijas ingratas

Las palabras son hijas ingratas
que abandonan el hogar aún siendo niñas.
El poeta ha de saber llorarlas en silencio
si las ama, y olvidarlas.
Algunas son amores de tiempos infinitos
que siempre tendrán el nido en su pecho,
otras, solo compañeras de ocasión,
serviles mujerzuelas de un rato
que añorará en su absurda nostalgia.
Pero todas las palabras tienen alas,
y se marcharán
más tarde o más temprano.

De qué habla el poeta...

¿De qué habla el poeta en sus versos?
De nada...
No cuenta el hacedor de versos
mundos que conozca
sino brumas que sospecha.
Los versos se aparecen en el cristal frío de su mente
reflejados, escritos en el aliento de la muerte.
El poeta no sabe lo que cuenta porque no  conoce
el mundo excelso de sus versos.
Solo escribe, mide, y rima
como si supiera lo que cuenta.
Pero solo en los labios tibios
de quien los lea,
los poemas tienen materia:
se hacen tangibles,
y cobran formas que el poeta
no sospechará jamás.

Los que habían huido

Los que habían huido han sido emboscados,
los que intentaron salvarse, exterminados.
La batalla ha dejado restos de fétidos días
en los que el mas humilde soldado sonó su heroísmo.
He creído, como tantos, poder salvar mi vida
y he caído
ante otro hombre,
ante un rival indigno que ataco por la espalda
con infantil cobardía.
El amanecer traerá luces a este cuerpo inerte
abandonado en la hierba,
sin cruces o túmulos que lo recuerden.
Los vencedores, embriagados, celebran
la victoria.
Sabrán el día ultimo de su existencia
que han sido indignos en la lucha
y en la vida.

Cuanta cursilería trae el amor

Cuanta cursilería trae el amor,
cuanto verso fácil y desteñido...
cuanto poema adolescente y opaco nos rodea
sin darnos una tregua.
El espíritu noble del poeta necesita un reposo
de tanta vulgar frivolidad.
¡Besos escritos con palabras!
¡Quien lo hubiera dicho!
Pobre el amor,
ser tantas veces confundido con la estupidez...
es lo que hay,
enamorados sin espíritu,
perdidos en nubes de aire viciado.

¡Cuantas cursilerías trae el amor...
solo nosotros estamos a salvo....

Entre bastidores

Entre bastidores el bufón acecha a la estrella,
la acosa con preguntas, le acomoda el pelo
y ella lo deja.
El sueña con ella, la ama y confía que un día
sera toda suya y espera y anhela ese día.
Ella no quiere,
jamas tomaría un bufón en sus brazos,
histriónico payaso ¡jamas la tendría!
Lo deja, sin embargo jugar con su pelo
y sus manos
no impide que de su cariño
el pobre y deforme bufón de palacio.

Un día lo hallaron colgando
de la mas alta viga:
la había encontrado besando a su protagonista.
nadie ha llorado al bufón del teatro,
nadie lo llora pues nadie lo ha amado.

Usted hace que el mundo se llene de flores

Usted hace que el mundo se llene de flores.
La cruel urbanidad que nos encierra cede ante
sus manos,
ya no hay desiertos donde vivo,
los paramos se pueblan y
empezado el otoño
los arboles reverdecen.
No hay una flor muerta en mi jardín,
ni una maceta vacía.
Usted, señora, ha borrado mi pasado.
Me ha lavado las heridas y el rencor.
Si hubo un amor antes ha matado su recuerdo.
Me ha quitado el recuerdo de otros besos, de otros cuerpos,
de otras manos.
No he deseado antes, no he amado,
me he vuelto virgen en sus manos
y este deseo de su cuerpo es el primero.
¡Que hermosa forma de entregarse!
Cuanto desinterés en lo todo que da...
en su amor descansa mi egoísta carnalidad
en su sabiduría descansa mi inteligencia...
Le escribo para que sepa que es lo que siento:
la amo...
...y tanto mas,
que no alcanza un poema...

Lo imposible

Lo imposible esta al alcance de las manos,
en cada paso que damos haciendo lo posible.
En el hambre de un niño germinan imposibles.
En las plazas, en las calles, no en las iglesias.
En la voz del poeta, amante insatisfecho de lo imposible.
Lo imposible no muere en las guerras ni por hambre:
sobrevive y crece en la casa de los muertos
y se alimenta en la mesa de los ricos
con las sobras que no llegan a los pobres.
Las bombas en medio oriente cargan espermas imposibles
y en cada hijo que asesinan nace un imposible.
Al hombre que es cantor y peregrino
le crecen imposibles,
en los hijos de la violencia se aferran los imposibles,
los curas con las mangas recogidas construyen imposibles,
los que creen y enseñan a creer enseñan imposibles,
en la gorra del linyera se juntan imposibles.
En el pan del que trabaja fermentan imposibles,
en el cielo cuando llueve se riegan amores imposibles,
el que ama a pesar de todo ama un imposible.
En todo lo posible se puede llegar a lo imposible:
besarte es imposible y, sin embargo,
me duermo cada noche con tus labios.

Definicion de la soledad

La humanidad a punto de desaparecer: queda solo un hombre y una mujer en el mundo. De ellos depende que todo continue, pero no existe  atraccion entre ellos. Todo acabara con el primero que muera. 

Me incorporo a lo cotidiano

Me incorporo a lo cotidiano,
me acerco al borde de la ventana
para ver el corazón de la colmena
y pensar en las abejas.
Me incorporo a la realidad
para sentir el peso de un día
de trabajo como cualquier otro.
Me incorporo y presto oídos
al mundo irreal que hay fuera de casa.
Pero vuelvo pronto a las poesías,
a tus brazos que me salvan
del enfermizo zumbido
del mediodía de un lunes.
Vuelvo y no quiero ya irme
porque fuera de tus brazos la soledad
es infinita y fría.

Llega la noche, dame tus brazos
para arroparme que yo te cuido
de la soledad fría e infinita
que hay fuera de mis brazos.

Yo, que en calma esperaba

Yo, que en calma esperaba la última noche
sin miedo a la tierra,
tuve un sueño nuevo y extraño
de una mujer tomando mi mano.
Ni ángel ni nada de cuento,
una mujer de carne y hueso,
pero igual a esa otra que siempre soñaba...
Yo que no esperaba más que la muerte
encontré un día esas manos.

Voy a repetir un poema

Voy a repetir un poema,
una idea,
casi una fijación:
la distancia infinita, el mismo cielo
de tu ventana a la mía,
los brazos inútiles,
la cartografía inhumana
de los geógrafos positivistas.

Hoy no he tenido tiempo para amarte

Hoy no he tenido tiempo para amarte,
entre pensarte y extrañarte se ha pasado el día,
con alguna canción que te he escrito
y una o dos poesías.
Quise amarte al despertar pero el recuerdo
de un sueño que tuve contigo no me dejo tiempo.
Por la tarde, casi
que no he hecho más que adorarte
en silencio
con los ojos entrecerrados.
Y se me fue la tarde con un atardecer rosado
cuando tenia en mis brazos la guitarra
y en la voz unas palabras para ti...
Ya de noche, amor, ¡Cómo amarte
si es de noche cuando más me haces falta!
Quise, y te juro, darte todo mi amor
pero se me metió un deseo de tenerte que no pude
quitarme de la mente.
Y también a la anoche se me paso el tiempo
sin amarte.
Mañana, cielo, si puedo librarme
de esta obsesión de pensarte y extrañarte
todo el día quizá me haga un tiempo
para amarte.

Forma y contenido en el discurso

Hay quienes ponen precio a la palabra, la visten de gala para exponerla ante un publico incrédulo que nada entiende porque ha sido intelectualmente mutilado por el sistema educativo y los medios de comunicacion. Cuando se trata de géneros discursivos la mediocridad se afila los dientes. La sintaxis ha perdido todas las batallas, la semántica se ha movido de los libros de lengua a los de historia. Solo se habla del valor pragmático de un discurso como si la forma de este fuera mas relevante que el contenido.
Hoy nadie lee absolutamente nada. Los textos se miran, no se leen. El publico masivo escoge aquellos textos que no exigen. La pereza intelectual es dueña y señora de los medios de comunicacion. A nadie le importa el valor semántico de las palabras guerra, invasión, bombardeo: quieren las fotos de los cuerpos desmembrados. Quieren ver niños ajenos muertos y no leer nada que les haga pensar que esos niños que Estados Unidos y Europa mata en medio Oriente podrían ser los propios cuando alguien necesite los recursos naturales que tenemos en el continente. La moda es lo fácil, lo lindo. No lo bello.
¿Acaso existe la belleza en el discurso de un diario o de un programa de television? La respuesta no es un simple "No". No hay belleza en sus formas porque no la necesitan, porque nos han inculcado el valor practico de las cosas. Una mujer que excite es mejor que una mujer que inspire belleza. ¡Quince minutos de sexo y a seguir con la vida! Es decir, con los negocios. Ni siquiera tienen la capacidad de ver que una mujer que enamore al televidente lo mantendrá atrapado durante mas tiempo.
El concepto de economía literaria que la lingüística ha incorporado a su léxico desde hace algunas décadas es el mayor insulto a la palabra del que hayamos sido testigos. Autores como Borges y Cortazar lo han utilizado en un sentido literario pero los medios se han apropiado de los conceptos lingüísticos para usarlos según sus conveniencias. Hoy, la economía de las palabras esta lejos de referirse al arte semántico en la poesía y la narrativa literaria. Hoy se habla de economía lingüística como del precio de la carne o del dolar. Sirve lo que se le puede vender a las masas. Ya ni siquiera se informa, se muestran imagenes que no contagien un pensamiento, no vaya a ser que el lector o el telespectador se asuste y se vaya.
La forma es solo la adaptacion de un discurso a sus oyentes. Esto es lo que preocupa, lo importante. Los medios graficos y audiovisuales de nuestro tiempo se han especializado en bombardear al publico con discursos sin contenido. Esto no es porque sean "malos", es simplemente porque el publico se volvió estúpido y eso sera para otro día.
Pensar que forma y contenido son cuestiones distintas o separables es denunciar la propia incapacidad para cualquier oficio que tenga que ver con el discurso. Como poeta no puedo escribir un soneto en prosa o una novela en verso: dejan de ser soneto y novela. Como escritor cada idea que me llega me llega con una forma que es la que le corresponde. Plantear la discusión entre forma y contenido como si de opuestos se tratara es desconocer en su totalidad la lingüística del discurso. Cada contenido tiene su forma, y cada forma su contenido. Son inseparables una de otra.
El planteo que debemos hacernos es que contenido-forma debemos brindarle al publico. Cada uno de acuerdo a sus responsabilidades y funciones en el campo del discurso. Yo soy poeta, doy poemas (es decir, una forma determinada para cierta clase de contenidos). Los medios de comunicacion, ¿que son y que deberían dar? Esta es la verdadera pregunta que debemos hacernos.

De la tierra ha nacido una flor

De la tierra ha nacido una flor
con púrpura capullo.
A la tierra se la he pedido
prestada para ti.
Con dulce pena la arranqué
para ponerla en tus manos
y la tierra, sintiendo mi pena
y el amor de mis manos tal vez,
me obsequió la alegría
de ver en ese mismo sitio
como otra más bella crecía.

Pajarillo que cantas

¡Pajarillo que cantas
en adoración
de todas las flores!
Amor de mil colores,
alas solitarias...
¡Aprende mejor del Colibrí,
corazón delicado,
que cuando encuentra su flor
no se va de su lado!

He soñado alguna vez una canción

¿He soñado alguna vez una canción
que contara completo el sentimiento
o acaso he buscado solo que tu sepas
que te amo, sin ornamentos rebuscados
ni palabras lujosas que terminen
sin decirte nada?
Acaso demasiadas palabras digan menos
todavía que ese binomio escaso
de pronombre y verbo conjugado.
¿Cuántos poemas debo escribir para
que sientas cuanto me has faltado esta tarde?
Es inútil la poesía cuando todo
lo que espero es tu abrazo.

Con tus piernas saltaré a este abismo

Con tus piernas saltaré a este abismo
confiado en tus alas.
La tierra sabe los pasos que no he dado:
soy hijo de un destino, me han prestado
la vida para gastarla en el polvo.
Con tus aguas cruzaré el desierto sin temores,
llegaré a las murallas prometidas de Jericó,
pero esta vez sin tablas ni arcas, ni dioses.
Aliviané el peso de mis actos lavándoles las culpas.
Me desquitaré de los que prohibieron la fe,
me saldré de la casa de los que velan muertos...
Me iré lejos:
entre mi casa y mi hogar hay miles de kilómetros
pero ningún árbol...
Esta noche deja la puerta abierta,
amor, por si llego de madrugada.

Un pájaro cantor se alarga hasta tu sombra

Un pájaro cantor se alarga hasta tu sombra
en la tarde virgen de este mediodía.
Tu lo atrapas y lo incitas al vuelo, 
le obsequias mieles, lo embriagas
y lo echas al aire para que vuele
pero el, como una mariposa
o un colibrí revolotea alrededor de la flor.
Y tu sonríes tierna y satisfecha porque no se vaya.
Yo no me canso de observarte en ese juego
y acaso yo también revoloteo y bebo
las mismas mieles y luego 
enguajo los labios por tu cuello.
En tu escote deshojo flores que dicen
finalmente que me amas mientras mis manos
como insectos de muchas patas
trepan por tus piernas infinitas
como cientos de arañas pequeñitas y asustadas,
y tu sonríes tierna y expectante
porque sabes la estrofa que le falta a este poema.

De todos los espacios

De todos los espacios, los vacíos
son los que prefiero de mi alma;
esos rincones de inocente virginidad
para obsequiarlos puros
cuando la ocasión se presente.
De todos los espacios que el alma tiene
escojo siempre los que crían telarañas,
porque en ellos nadie
se ha limpiado el barro de sus botas.
De todos los rincones de mi alma
escojo siempre los mas pequeños,
porque en ellos nadie entra más que yo,
y los habito simple en mi nostalgia
sin tener que dar explicaciones.
De todos los espacios de mi alma
prefiero solo los que besas,
los que han visto la luz de tus ojos,
los que no han llorado nunca,
los que creen con la fe de un niño,
los insurrectos que guardan alguna utopía,
los que he lavado alguna vez después del amor.
De toda mi alma prefiero
la geografía virgen donde viven
los amores que tendré
y no los que tuve.

La fugacidad del sueño o del rayo

La fugacidad del sueño o del rayo
me encuentra en cada instante
de esta soledad. Sin manos vivo,
sin brazos o labios muero lentamente
en esta incertidumbre de  tu nombre.
Esta noche, alguien me soñó y quizá,
me crea solo un sueño.
Solo tengo el recuerdo de tu rostro como en una foto vieja
con manchas de humedad o un espejo roto visto al revés.
Solo una imagen y la culpa de tocarte
y dejar tras la caricia mas muertos
que lo que dura un invierno.
¿Alguna vez te daré al hombre que muera
de este amor en la vigilia?
Debes acercarte, amor, para que puedas verme
y saber que estoy en este mundo tuyo,
para que pueda probarte que soy
tan real como me sueñas. Búscame.
Al despertar debes guardar mi rostro
para poder encontrarme.

Cuando termine el invierno

Cuando termine el invierno y lleguen
los días de agosto que traen la primavera,
habré cumplido otro año en esta casa
y habré apretado la mano de los amigos
en triste despedida.
Cuando el polen otra vez despierte
subiré a las montañas a ver el cielo,
miraré desde una cumbre hacia el norte
buscando tu techo de tejas,
al este añorando al mineral y al minero,
al oeste despidiéndome del mar.
Quizá alimente mi nostalgia mirando al sur,
repitiendo los adióses y quizá,
una noche,
hasta piense en el regreso y en los brazos
en los que hoy, y solo hoy,
he vuelto a pensar.

Cuando a tientas te busco

Cuando a tientas te busco en la noche,
con pícaros dedos recorro tus paisajes
en las fronteras del sueño.
En nuestra cama ocurre el milagro
de probarnos que el espacio es blando,
que se dobla ante el sueño de acariciarte
para que pueda abrazarte,
despues de amarte,
y despertar por la mañana riendo
de esta inutil distancia.

Si notas algún destello lejano

Si notas algún destello lejano en mis ojos
es solo una distracción pasajera,
no me pierdo nunca sino que vuelvo
a los lugares del pasado
en los que estuve alojado
y en lechos con abrazos descansaba.
Me llama el camino como nunca antes
y la fuerza de mis pasos resuena en mis sueños
en tierras distantes.
Como si ya estuviera en tus montañas, patria amada,
como si ya te hubiera devuelto
a tu gente,
este sueño reincide en mi mente cada día
como si realmente me llamaras
a ser tus piernas y tus brazos,
tus labios, tu voz y tus gritos...
Habrá un día en que duerma en tus brazos
bien muerto,
llevando tu bandera a la eternidad.

Alguna tarde de sol

Alguna tarde de sol en los jardines
te tomaré la mano para salir a pasear,
a recorrer los canteros juntos,
para que veas las flores que he mirado
cada tarde que has faltado en mi casa.

Alguna noche de lluvia en las ventanas
te tomaré la mano para ir juntos a la cama,
a recorrer tu cuerpo y el mio,
para que veas las flores que he soñado
cada noche que has faltado en mi cama.

Alguna mañana de pájaros cantores
te tomaré la mano para contarte
de todos los días que te he amado,
para que veas las flores que has sembrado
cada día que he faltado en tu alma.

Corrí esta tarde a tu casa

Corrí esta tarde a tu casa para dejarte un beso,
pero ya en la puerta oí
canciones y voces
de mucha gente.
Seguí la calle y di la vuelta,
anduve paseando un poco mis soledades...
Quizá mañana te encuentre sola
para poder darte
este beso que hoy me ahoga...

Hoy no quiero ver el mundo

Hoy no quiero ver el mundo
con sus guerras y su hambre,
no quiero pensar en las mentiras,
en las traiciones, las historias contadas a medias...
No quiero ver quién te escribe,
quién te habla o quién te mira,
hoy no quiero ver nada que amargue el cafe
de la mañana, o el cigarro de empezar el dia,
hoy no quiero esta tristeza, este fastidio...
hoy quiza no te hable y no es
que no te ame...
es que quiero cuidarme la sonrisa y no pensar,
no ver, no sentir otra vez esas tristezas...
solo tengame un poco de paciencia,
yo vuelvo...cuando este más sola,
cuando este más mia...

Soy alto

Soy alto,
soy tan alto que  puedo,
sin esfuerzo,
alcanzar el fruto de los arboles.

Soy alto,
soy tan alto que puedo
sin estirarme,
acariciar las aves del cielo.

Soy alto,
soy tan alto que puedo,
sin levantarme,
grabar mi nombre en
la nieve de las cumbres.

Soy alto,
soy tan alto que puedo,
sin tocarte con las manos,
acariciarte cada noche
desde un sueño.

Pétalos de papel

Pétalos de papel,
flores como besos
sin amor...

Pétalos de papel,
como mentiras
y desengaños...

Pétalos de papel,
flores muertas....

Si escribir fuera mi oficio

Si escribir fuera mi oficio
el hambre seria mis días,
la soledad
mi único amor...
Si escribir fuera mi oficio
no seria yo si no otro
que olvidó la vida
en un cuaderno de poesías...
No tendría más que un montón de papeles,
y apenas, si unos cuantos poemas...

Si escribir fuera mi oficio,
no habría amor más triste
que el que siento ahora.

De nada he vivido como de tus brazos

De nada he vivido como de tus brazos,
en ningún lecho descanse como a tu lado.
Si alguna vez he despertado ha sido en tus labios,
el resto ha sido sueño,
pesadilla...
De nada he vivido como de tus besos,
no he sido más que una boca en tu boca.
El resto me sobra, me duele, me quita
el bello recuerdo de tus días...

De todas las flores las púrpuras

De todas las flores las púrpuras escojo
para obsequiarte. Las que un día me has dicho
son tus preferidas.
Yo nada entiendo de pétalos y aromas,
se que están en las tardes de sol,
en varios de mis poemas,
y las disfruto,
como disfruto tu compañía,
como disfruto tus palabras.
Solo porque con solo ser hacen que el sol
de este otoño amarillo
tenga mas brazos...
Solo porque con solo estar
me ponen primaveras en los labios.
Por eso le obsequio flores
o, por mejor decirlo,
por eso a las flores les obsequio tus manos.

Soy este hombre

Soy este hombre que al que no le hablas,
el que deja versos a la mitad
esperando un mañana de grandes palabras.
Soy esta sobra del tiempo,
este lunar en los días que corren
detrás de nadie.
Tengo un nombre,
solo uno,
y un apellido,
solo uno.
Una nacionalidad inerte y heredada,
un patriotismo inexplicable de un país
extinguido.
Soy esta nada de letras vacías
y deslucidas.
Soy este cuerpo que nadie abraza,
esta tristeza de nadie.
Tuve alguna vez otra historia,
otras nostalgias que he olvidado,
cambiadas por nostalgias mas presentes,
de nuevas ausencias...

Alcanzan estas manos el celestial

Alcanzan estas manos el celestial aplomo
de verte y no tenerte, de quererte y no poderte...
De vidrio son las horas que pasan por delante
y por detrás de esta aurora o de este ocaso,
acaso, ¿no son la misma cosa un amanecer
que un atardecer? ¿no son este mismo dorado
la primavera y el otoño?
De tu presencia o de tu ausencia surgen los mismo poemas
por ser ambas una sola estrella
fulgurante y opaca en un mismo tiempo,
a una misma vez.
Tenerte o no tenerte es esta tarde una moneda
con las caras repetidas, es todo
una misma cosa en este etereo abrazo que te abraza
sin tocarte y aún asi te arde
como me quema  a mi la piel que te imagino.
Eramos solos y estamos solos en esta soledad
de acompañarnos y tocarnos
solo en sueños.
Que estes aqui a mi lado o que me faltes
no son soles ni lunas sino ambos.

De tus tristezas hemos hecho

De tus tristezas hemos hecho una compartida soledad,
una fragua ardiente de fracasos insoñados
que compartimos aún sin sospecharlo.
Conocer tu historia es sentir mis antiguas penas
y mis dolencias presentes crecian en tu anoche.
De pronto dos cisnes se encontraron en la inmensidad del mar,
se reconocieron.
En esa soledad infinita que tantas soledades crea
se encontraron estas almas antiguas,
repitiendo quién sabe qué olvidado sueño
de otra vida.

De tus cándidos ojos

De tus cándidos ojos han brotado lágrimas
verdes y azules, tus negras pupilas se han vuelto
lagunas y yo, que tanto te quiero,
lamento las perlas sonrisas perdidas,
tus labios cerrados, cerrados los besos.
Se han hecho cardos las flores que puse
detras de tu oreja por ornarte el cabello,
tu hermoso cabello.
He puesto rosas en tus manos, de todos colores
las flores busque y en ellas dormian ¡y yo sin saberlo!
avispas y espinas. ¡Qué triste este día
tan lleno de soles y tú,
¡Y tú sin sonrisas!

En esta hora de tomarnos de la mano

En esta hora de tomarnos de la mano,
se me ha llenado el alma de fósiles lágrimas
que he llorado en otras horas...
La nostalgia, tan común como una hermana,
se me extingue y batallo
por guardarla antes del fin que es evidente.
La llovizna tenue se ha llevado lejos los ecos
de añoranzas vanas de lunas por las mañanas.
Se han muerto las ganas de árboles sin savia...
Tengo una estrella, una cinta azul acariciándome el cuello,
cediendo complaciente ante mis ruegos
porque se quede una hora mas ante mis ojos.
En esta tarde de lluvias  limpio las ventanas
para ver a través de ella con graciosa nostalgia.

Del vientre de que diosa nace

¿Del vientre de que diosa nace esta aurora
que viene a hostigarme el corazón?
Este amanecer de saetas rojas y amarillas
me odia, como a todo lo que siente enamorado...
¿Tanto dolor es capaz de engendrar este sol?
este Febo aborrece a el alma como a las alas de Icaro.
No habrá un día fuegos encendidos si cada aurora
difama la ilusión maná de nuestro exilio.
Si cada hora que nace muere en el vientre estéril de la historia
qué cosa será la que no habrá muerto en el instante
ultimo.

En gotas...

En algunos sitios crecen flores, en otros solo hierbas. Algunos piensan, otros se pierden entre las hierbas. Algunos aman, otros deshojan flores. Esperar ser amado es una perdida de tiempo. Solo se ama a los que aman. Solo se ama al amor. Las personas van y vienen. Si se queda no es persona, es fuego. Si se va no es fuego, solo persona. Si dejo huella es que nunca he volado. Quien camina por el barro sin dejar huella es que aprendio a volar. Quien camina por el agua y deja huella carga demasiado peso. Quien tiene demasiado nunca es libre. Quien tiene nada tampoco. Solo los que cargan lo suficiente no se cansan. Quien se cansa equivoco el camino. Quien acerto el camino siempre llega. Quien no se ha ido nunca estuvo en ningun lado. Quien conoce, sabe. Quien sabe, aprende. Quien aprende, olvida. Quien recuerda muere pronto. Sin embargo, todos morimos. Si alguna vez muero sera que alguna vez he vivido. Si no muero, sospechen. Siempre sospechen. Nunca he dejado de pensar. Fui sabio al parecer estupido. Fui estupido cuando me mostre inteligente. Nadie piensa y habla a la vez. Si hablo demasiado no me escuchen. Si callo demasiado no pregunten. Nunca pregunten, ya les contare. Si nunca les cuento entonces pregunten. Si me contradigo sospechen. Si no tambien. Si no parezco contradictorio entonces no me estan entendiendo. Si parezco contradictorio, tampoco.
Solo se ama y se piensa. Lo demas es vida.

Me haces falta

A veces quisiera abrazarla, decirle que la amo con mi voz ronca y aspera de cigarrillo. No con letras que ni siquiera le dicen quien soy. Ni siquiera con la letra que los curas me impusieron de niño y que, de grande, deforme con falsa rebeldía. A veces, en la oscuridad de la noche, en las lluvias, en estas tardes otoñales, me haces falta.
Me haces falta de una forma suave y calma. No esa otra falta desesperada de quien ha sido abandonado. Me haces falta en tus caricias y en tus besos. Me haces falta en tu presencia, en tu perfume, en tu piel que no conozco. Me haces falta al desayuno, al almuerzo, a la merienda y a la cena. Sin dolor, sin lágrimas. Me haces falta no por estar ausente. Me haces falta simplemente. Sin trágicos deseos de poseerte. Solo me haces falta, despacio, en la ternura. Me haces falta en la espera infinita de tus brazos.
Me haces falta en esas cosas pequeñas de todos los días como el cigarrillo y el mate de la mañana. Me haces falta en el pasillo yendo del baño al dormitorio, a la cocina. Me haces falta cuando camino por mi casa sin cruzarte, cuando quiero darte un beso al pasar. Cuando la publicidad interrumpe mis programas favoritos y no estas al alcance de un beso o de una palabra. Cuando a la vuelta del trabajo ni me preguntas ni te pregunto "¿como te ha ido, cielo?". Cuando escribo un nuevo poema y no estas para verlo antes que el mundo entero lo vea. Cuando preparo el café de la tarde y dejo la taza sin lavar y no me retas.
Me haces falta cuando elijo la camisa que voy a usar este día. Me haces falta cuando decido que comer.
Así de sencilla es la forma en que me haces falta.
Así de feliz ando la vida ultimamente: así sin ausencias que andar llorando.
Así diciendo, simplemente y sin que duela, que me haces falta.

Mi hogar se ha llenado de besos

Mi hogar se ha llenado de besos
que crecen silvestres por todos los espacios.
En las alacenas entre las latas y los platos,
en los cajones entre las medias,
por todos lados se me ha llenado de besos
este hogar que antes era solo mi casa.
Por cada puerta que abro encuentro besos
jugando en las baldosas, trepando
las paredes como manchas de humedad.
Del balcón se caen algunos de tantos que son
y en la pieza, ¡Qué decir de mi pieza que estaba
tan oscura hace solo algunos días!
En el patio crecen como hormigueros
o viven entre las hojas de las plantas
y en las ramas de los árboles.
Tantos besos han crecido en mi hogar
que ya no vivo solo ni en soledad,
en una casa vacía que se me ha llenado de besos.

Se han marchado las aves

Se han marchado las aves que migran,
huyen del otoño que comienza.
yo me quedo, sin embargo, en tu orilla...
No temo al invierno:
tengo tus pasos que vuelven de la cocina
con el café de la mañana.

Desde que la conozco no he dejado...

Desde que la conozco no he dejado de oír aves en mi patio.
Los árboles están poblados de pequeños cantores
No voy a atribuirle la improbable tarea de construir pájaros con su amor,
solo el milagro de hacer que me despierte con ganas
de prestarles atención.

Gracias, mujer...

Gracias, mujer, por tu existencia calma
y tu sereno amor. Por dar alivio a mis penas,
descanso a mis brazos, refugio a mis piernas...
Gracias, mujer, por tu presencia suave,
por tu piedad para juzgarme.
Gracias, mujer, por reinventarme,
justo el día que tenia que morir.

Dentro de tus ríos aguas

Dentro de tus ríos aguas
que das de beber.
Yo camino,
tu apagas mi sed.
Dentro de tus ríos aguas
que das de beber.

En plena noche me sorprendió

En plena noche me sorprendió una orquídea
adornando tu pelo negro como la noche...
Juntas venían hacia mi las dos flores
burlándose de todo el hastío.
Ya no fue aquella noche una más entre las miles
sino una única entre los sueños.
Desde entonces no duermo, me ahoga
tu presencia constante en esta ausencia de flores
y el horror incesante de no volver a verte
mas que en mi imaginación.

Todas las aguas

Todas las aguas...
Las aguas del Jordán,
la aguas de Japón,
las aguas del destino.

Las aguas de la vida.
las aguas de la muerte,
las siete aguas de los mares,
las infinitas aguas del desierto...
Las aguas...
Todas las aguas...

Habitan mi mente...

Habitan mi mente monstruos de la razón y la locura,
que no duerme, y una perfecta lógica del sinsentido,
el caos, dios y padre del orden, la poesía imposible
y esa otra, la que escribo como puedo con lo que tengo.
Mis pensamientos recorren los incesantes pasillos de un laberinto
y siempre encuentran minotauros más que salidas.
De vez en cuando algún Teseo osa adentrarse pero Asterión,
atento y preciso, nunca falla. No vaya a ser que le roben
su divina genética y su soledad perfecta.
Fuera de estas paredes has tenido el antojo de existir...
solo la desesperación puede habitarme ahora
en este sueño incesante, esta pesadilla que has creado
con tu existencia...